Toluca, Estado de México. Los vehículos popularmente conocidos como “chocolates”, que se importan de Estados Unidos, finalmente fueron puestos a prueba para analizar la seguridad de conducción, así como su capacidad de respuesta ante posibles situaciones de emergencia, pruebas en las que su desempeño estuvo por debajo del de un vehículo usado comercializado legalmente en el país y, desde luego, de un vehículo nuevo.
Las Asociaciones: Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Nacional de Comerciantes de Automóviles y Camiones Nuevos y Usados (ANCA), la Industria Nacional de Autopartes (INA), en conjunto con Automóvil Panamericano, realizaron pruebas de manejo a dos autos importados usados: Una van de pasajeros modelo 1991 y un automóvil particular modelo 1996. También se utilizaron un vehículo usado legal 1991 y otro modelo 2014, para contrastar las pruebas y resultados.
El objetivo era analizar sus cualidades de seguridad y desempeño. Primero se revisaron las condiciones físico-mecánicas (NOM-068), que consiste en una verificación visual apoyada en dicha Norma que rige para los vehículos de carga y pasajeros, debido a que no existe una similar para vehículos ligeros y automóviles. En segundo lugar se hizo una valoración estática de la suspensión para conocer el estado de los amortiguadores. Por último se realizaron pruebas de desempeño dinámico como frenada mixta, frenada en curva, slalom y alce en seco (maniobra de emergencia que simula el brusco cambio y regreso de carril).
En las distintas pruebas los vehículos usados presentaron irregularidades. La inspección visual dejo entrever daños a la pintura y carrocería del vehículo, algunos fácilmente perfectibles, otros ocultos, por ejemplo en la zona de la cajuela, además de defensas resquebrajadas. Las pruebas de suspensión revelaron poca estabilidad en la unidad lo que podría derivar en volcaduras.
Asimismo, las pruebas de desempeño dinámico revelaron distancias de frenado más largas a velocidades promedio entre 50 y 65 kilómetros por hora, comparadas con las respectivas del modelo usado legal y, por supuesto, que el modelo nuevo. Además de ello, las pruebas de slalom y frenado en curva dejaron ver el poco agarre que las unidades tienen a las mismas velocidades. En la prueba del alce la minivan estuvo a punto de volcarse.
En conclusión, los distintos representantes de las Asociaciones automotrices del país se manifestaron a favor de detener la entrada de vehículos chatarra al país, ya sea de manera ilegal o amparada. Asimismo, manifestaron que los compradores deben tomar conciencia del riesgo que representa conducir este tipo de unidades, tanto para quienes van al volante, como para el resto de los conductores. Al final de las pruebas las dos unidades importadas fueron chatarrizadas.