Aunque México no se encuentra entre los países que más gases de efecto invernadero aporta, en un futuro no muy lejano también tendrá que asumir compromisos ambientales importantes para coadyuvar a la mitigación de los efectos del cambio climático, siendo el sector de transporte y logística un actor preponderante en la adquisición de estos compromisos, considera Gabriel Quadri, director general del Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable.
Explicó además que las afectaciones medio ambientales tendrán un efecto importante sobre la toma de decisiones de negocios a mediano y largo plazo, ya que, aunque aún no sean del todo palpables, “todos podremos sentir sus efectos en el día a día”.El sector del transporte se ve aludido a este tema debido a que es el que más combustibles consume y por lo tanto el que emite más cantidad de gases de efecto invernadero.
Por ello, Quadri resaltó la relación con saldo negativo que mantiene el consumo de energía en México y los recursos obtenidos de su comercialización, ya que, aunque se extrae y consume gran cantidad de energéticos en suelo mexicano, las percepciones de las empresas que los distribuyen son escasas, al contrario de otros países, en donde los energéticos son gravables por lo que el estado obtiene cuantiosos beneficios de ellos, en México son subsidiados.
En el ámbito internacional destacó que aunque México no se encuentra entre los países que más gases de efecto invernadero aporta, en un futuro no muy lejano, también tendrá que asumir compromisos ambientales importantes para coadyuvar a la mitigación de los efectos del cambio climático, siendo el sector de transporte y logística un actor preponderante en la adquisición de estos compromisos.
Destacó el poco aprovechamiento que hace México de sus recursos naturales renovables tales como el sol, viento y energía geotérmica entre otras, ya que de todo el potencial de kilowatts que hay en el país apenas un pequeño margen se ha logrado instalar y aprovechar.
Las nuevas tecnologías aplicadas a los autos hoy en día hacen cada vez más posible que se dé inicio a la migración hacia vehículos eléctricos, no solo de parte de los consumidores particulares sino de los transportistas de carga y pasajeros, que encontrarían importantes beneficios económicos y ecológicos en el uso de estos avances.