La firma de origen estadounidense ITT Corporation abrirá en 2017 una nueva planta de producción de componentes de fricción en Silao, Guanajuato. Las nuevas instalaciones expandirán la capacidad global de ITT para producir pastillas de freno de alta ingeniería para la industria automotriz.
La planta, que será construida por promotores locales y empleará una plantilla también local, contará con tecnología de última generación bajo los estándares globales de ITT, que incluyen un avanzado conocimiento en ciencia de materiales y altos niveles de consistencia en la calidad de sus productos.
“Nuestros clientes necesitaban que diéramos mayor soporte a sus estrategias de crecimiento global, acercando lo último en tecnologías de fabricación a sus mercados más estratégicos,” afirmó Luca Savi, presidente de ITT Motion Technologies. “Como proveedor, estamos comprometidos a ofrecer a nuestros clientes en OEM y Tier 1 la capacidad de respuesta y calidad de servicio que a su vez les permita tener éxito con su base de clientes.”
La producción preliminar de pastillas de frenado se espera iniciar a finales de 2017, con el inicio de la producción en serie programado para el primer trimestre de 2018.
“La apertura de esta nueva fábrica incrementará nuestra capacidad para proveer a nuestros clientes en América del Norte y Sudamérica de las mismas soluciones de frenado que ayudan a mantener seguras a millones de personas cada día,” aseguró Pasquale Barilla, director general de la división de Friction Technologies de ITT. “Como importante centro regional para la fabricación automotriz, Silao nos ofrece la posibilidad de mejorar nuestro servicio y la rapidez de comercialización de nuestros productos sin renunciar a nuestros altos estándares de calidad.”
En Norteamérica, ITT Friction Technologies también opera unas instalaciones de investigación y desarrollo en Novi, Michigan. El negocio tiene una presencia global que incluye una planta de producción y desarrollo en Barge, Italia, así como otros importantes centros operativos automotrices en la República Checa y en Wuxi, China, cuyas instalaciones fueron ampliadas en 2015.