La empresa de tecnología Continental, a través de su programa de emprendimiento co-pace y de la mano del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera del Tecnológico de Monterrey, lanzó la iniciativa “Megacity Incubator”, la cual tiene como objetivo generar ideas para solucionar los desafíos del crecimiento exponencial de las áreas urbanas o mega ciudades.
Ante una ceremonia con autoridades de la compañía y del Tec, los integrantes de los tres proyectos seleccionados presentaron sus desarrollos fruto de cuatro meses de trabajo, en donde recibieron capacitaciones, revisiones de modelos comerciales, tuvieron mentores, participaron en talleres y contaron con entrenamiento para ayudarles a incubar un concepto de negocio que puede convertirse en una parte fundamental para lograr mejores en la movilidad de las grandes ciudades.
Con estas acciones Continental, a través de su programa de emprendimiento co-pace, demuestra que gracias al “Efecto México” son capaces de generar innovación desde nuestro país con talento joven y local al mismo tiempo que fortalece su relación con reconocidas instituciones como el Tecnológico de Monterrey en la construcción de dichos modelos de negocio.
Es importante destacar que durante el periodo de desarrollo, los emprendedores dedicaron el 100% de su tiempo a la construcción de su concepto, hasta alcanzar la consolidación de los siguientes proyectos:
- VLDAPP: Sistema basado en blockchain que permite dar seguimiento al vehículo a lo largo de su ciclo de vida y su cadena de valor comenzando por el rastreo de las partes que componen al vehículo desde su producción.
- APARCAR: Plataforma enfocada en atacar el problema de falta de estacionamiento públicos o en calle, facilitando la conexión de dueños de estacionamientos privados (casas, departamentos, negocios pequeños) en desuso con personas en necesidad de dejar su vehículo en un lugar seguro.
- RENCYCLA: Solución que pretende conectar a las personas que separan sus desperdicios reciclables con las personas encargadas de recogerlas y llevarlas a los centros de reciclaje. A través de un bote inteligente se monitorea la cantidad de desperdicio en cada ubicación y se genera la ruta más inteligente para seguir la ruta de recolección.