La falta por la demanda de vehículos ocasionó números negativos en la venta y producción del sector al cierre del primer tercio del año. Argumento con el que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) solicitaron a las autoridades un programa de renovación del parque vehicular para frenar la caída mediante facilidades a los compradores.
En el mes de abril se vendieron 246 mil 878 automotores, 100 mil 182 autos menos que en el mismo lapso de 2008. Los números significaron ventas similares a las registradas en 1999, pero con contextos económicos distintos.
Los camiones ligeros mostraron una caída del 36.3% en la comercialización mientras que los pesados expusieron una baja del 77.6% de acuerdo a las cifras de la AMDA.
Para ambas asociaciones las cifras dan como resultado el peor mes de abril desde hace 10 años, cuando las ventas disminuyeron 38.2% y se comercializaron 51 mil 394 vehículos, equivalente a 31 mil 709 unidades menos, lo que llevó al llamado de las autoridades para sumar esfuerzos y buscar fórmulas que permitan mejorar el mercado como ocurre en otras partes del mundo.
“En Alemania las medidas que adoptaron las empresas con el gobierno para estimular la venta de todo tipo de vehículos resultaron en beneficio para el mercado. El país es el único que consiguió datos favorables para el sector.
“Con ese ejemplo queremos sentarnos con las autoridades para generar las condiciones que se requieren para enfrentar la situación que atravesamos y reactivar la actividad. Se tiene que recordar que nuestro mercado se mueve de acuerdo a la demanda y eso es fundamental entender para generarla”, explicó el presidente de la AMIA, Eduardo Solís.
Paralelamente el presidente de la AMDA, José Gómez Báez, se sumó a la solicitud de buscar junto a las autoridades mecanismos para incentivar la venta interna de vehículos, al recordar la importancia que tiene el sector en la economía del país, en base al número de empleos directos e indirectos que genera.
Goméz Báez calculó, ante las condiciones actuales, una venta total al cierre del año de 700 mil vehículos, cifra lejana al millón 250 mil unidades que se alcanzó, por lo que calificó de inminente arrancar con un programa que contenga, entre otras acciones, estímulos fiscales para la adquisición de vehículos.
Ambos representantes resaltaron, como diferencias del escenario de hace diez años, la ausencia de crédito, la incertidumbre laboral y un bajo nivel en las medición de confianza al consumidor –índice que resulta ser el más bajo en este año desde su existencia-.