La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) promovió una serie de acciones en contra del gobierno de Estados Unidos, al persistir el incumplimiento y violación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), al mantener cerrada su frontera al autotransporte mexicano, ocasionando severos daños económicos al sector.
La Canacar ha señalado en repetidas ocasiones que el incumplimiento del acuerdo ha afectado el comercio bilateral en más de 2 mil 500 millones de dólares, equivalentes a 35 mil 000 de dólares por los 14 años transcurridos desde su firma. La posibilidad de ganar el arbitraje, y por ende la controversia, es alta, señaló en conferencia de prensa el representante de legal de los transportistas, Roberto Keoseyan.
“Es posible que haya un convenio entre los demandantes y el gobierno de aquel país, una vez recibidos los documentos de la controversia. Con ello, se abre la posibilidad de establecer una sesión inicial de platicas”, Agregó Keoseyan.
En el reinicio del proceso de un nuevo arbitraje, la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), decidió adherirse a la demanda, señaló su presidente, Elías Dip Ramé. “Los transportistas asociados a este organismo prevén la posibilidad de lograr un resultado positivo”.
Sin embargo, Keoseyan reconoció en los teamsters e integrantes de Sierra Club los principales oponentes a la entrada de transportistas mexicanos a ese país, lo que provoca una pérdida directa al sector del autotransporte mexicano de al menos 381 millones de dólares anuales que equivalen a 5 mil 334 millones de dólares por 14 años.
Al respecto, el director general de la Canacar, Refugio Muñoz, reconoció el “apoyo a la apertura de las fronteras, siempre y cuando se dé el mismo trato que se da a los transportistas canadienses”.
El pasado 13 de octubre venció el plazo de evaluación del programa transfronterizo, con el que se determinará si se abrirá la frontera a todos los transportistas mexicanos que cumplan con la normatividad estadounidense: sin embargo, “todavía no existe un planteamiento definitivo por parte de los Estados Unidos que signifique la apertura real, efectiva y definitiva a favor del autotransporte mexicano”.
Conforme a lo establecido en las reglas del capítulo XX del TLCAN, tan pronto expiró el programa piloto. Se solicitó la inclusión del sector del autotransporte de carga como beneficiario preferente de la “represalia comercial de México, conforme lo establece el Art. 2019.2 del tratado comercial. Otro de los requerimientos al Congreso de la Unión fue el exhorto al Gobierno Federal para la aplicación de las sanciones correspondientes a las autoridades del país vecino.
Refugio Muñoz, añadió que la demanda está soportada por 34 mil empresas que representan 305 mil vehículos. La Canacar solicita que el producto de las acciones se aplique en beneficio del autotransporte de carga como programas de modernización del parque vehicular y capacitación de conductores. La posibilidad de lograr una salida negociada que satisfaga a todos es alta, finalizó.
