En los primeros seis meses de 2015 la producción industrial avanzó únicamente 1%, cifra inferior al crecimiento de 1.5% reportado en la primera mitad de 2014, año que, por cierto, fue de lento crecimiento para la economía y la actividad fabril, informó la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Este comportamiento de la producción industrial responde a cuatro factores: primero, al menor dinamismo las exportaciones dirigidas hacia Estados Unidos, debido al avance lento e irregular de su actividad fabril; segundo, a la caída en la producción de petróleo; tercero, al crecimiento todavía moderado del mercado interno; y cuarto, al efecto del recorte presupuestal sobre las compras de bienes e inversiones del sector público.
La industria manufacturera reportó en el primer semestre del año un avance de 3.1%, que comparado con el crecimiento de 3.5% registrado en el mismo lapso del año anterior, confirma las dificultades que ha enfrentado el más importante componente de la industria mexicana, cuyo ciclo también apunta a la baja.
En tanto, el descenso en el precio de los energéticos; los descuentos acordados con proveedores extranjeros; la reducción de costos internos y el sacrificio de una parte de las utilidades, entre otras opciones, han permitido compensar parcialmente el encarecimiento de las importaciones y evitar su traslado a los precios finales.
Además, al interior de la actividad industrial se polariza el desempeño de sus especialidades. Por una parte están los sectores cuya producción creció a tasas de 13.6% en el caso muebles, colchones y persianas; o la producción textil, cuya actividad se incrementó 10.4%; sin olvidar la producción de equipo de transporte, con un avance de 9.2% y la fabricación de productos metálicos con un crecimiento de 8.5%, en la primera mitad del año.
