En México existen 11 mil gasolineras que expenden diariamente cerca de 200 millones de litros de gasolina y diesel, mismas que tras los cambios derivados de la reforma energética, enfrentarán la competencia de gasolineras transnacionales cuya apertura al mercado interno está prevista para el día uno de enero del 2016.
Recientemente, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, confirmó que «a partir del próximo año habrá distintas marcas de gasolina, lo cual abre y amplía la competencia, para después transitar a la importación de gasolinas que eventualmente podrán comprársele a Pemex o a cualquier otro proveedor de este insumo que pueda competir en precio con los precios que tenga Pemex”.
Actualmente, del total de combustibles que se venden a diario en el país, la Magna representa el 56%, Premium el 11% y Diesel el 33%, que surten a 30 millones de automotores que movilizan al país, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas).
Se considera que el 80% de las estaciones de servicio del país son propiedad de una o dos gasolineras por persona. En total laboran aproximadamente 400 mil empleados en este sector, entre despachadores y oficiales gasolineros en empleos directos, y 2 millones de dependientes familiares que viven del expendio de gasolinas y diesel.
De acuerdo con la Asociación, los empresarios gasolineros han invertido 30 mil millones de dólares en las 11 once mil gasolineras que operan en México y que cuentan con las mejores instalaciones de la franquicia de Pemex.
No obstante, las estaciones han presentado bajas radicales en ventas en litros que llega hasta al 30%, ante la competencia ilegal del mercado negro de la Magna, Premium y Diesel. «La delincuencia organizada en la gran mayoría de municipios de todo el país ofrece combustibles a 6 pesos el litro. Con esos precios no se puede competir», indica Amegas.
Luego de que para este 2015 el gobierno federal fijó precios máximos para los combustibles, la Asociación ha manifestado que «se cancele la obligación de bajar los precios de la Magna, Premium y Diesel, respetando los precios máximos al público establecidos en la Ley de Hidrocarburos, sin ajuste a la alza ni a la baja, por no existir condiciones de competencia efectiva».