Con el inicio de 2015 crecieron las expectativas de los autotransportistas de ahora sí ¡por fin! contar con un Programa de Chatarrización para camiones y autobuses acorde a sus necesidades con estímulos más eficaces, tal como dijo a finales del año pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), pero hasta la fecha no ha ocurrido tal anuncio.
En las diferentes cámaras y asociaciones de transportistas prevale la incertidumbre sobre la posibilidad de acelerar la modernización del parque vehicular y que los pequeños y medianos empresarios, quienes poseen alrededor del 93% de los vehículos con mayor antigüedad, puedan adquirir una unidad seminueva o nueva.
El Presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) Roberto Díaz Ruiz, reconoció que existen en circulación vehículos con más de 60 años de edad y “así de grande es el problema”. En la actualidad por la destrucción de un camión se ofrecen 161 mil pesos y no se permite la entrega de dos unidades.
“La cantidad resulta insuficiente para la adquisición de una unidad nueva, de ahí la necesidad de que la cifra se incremente a 250 mil pesos y se permita la entrega de dos unidades a cambio de una, pues de lo contrario no podrán llevar a cabo el cambio de las unidades consideradas chatarra”, agregó Díaz Ruiz.
En caso de no darse el estímulo tal como se ha planteado y no se considere la entrega de las unidades a cambio de uno nuevo, “la actualización del Programa de Chatarrización no nos permitiría avanzar y sería negativo para el impulso que quiere darse a la modernización del parque vehicular, comentó el Director General de la Canacar, Refugio Muñoz”. El impulso para renovar el programa considera incrementar el estimulo de 161 mil pesos a 250 mil pesos, aunado a permitir que se entreguen dos unidades chatarra por una nueva o seminueva.
Refugio Muñoz, añadió que la propuesta, en poder de la SHCP, hace evidente que los montos que se entregarían serían recuperados en el primer año de operación por los efectos positivos que se obtienen de retirar de circulación una unidad usada y reemplazarla por una nueva”.
Sin duda alguna la demanda de vehículos usados en México crece a buen ritmo, pero la “está atendiendo un mercado de procedencia indebida”, pues dos de cada tres unidades que ingresan al país lo hacen como resultado de las suspensiones otorgadas por los tribunales federales.
