Hoy en día, los retos en los sectores automotriz y transporte no están clasificados en si eres hombre o mujer. De manera general, ha existido el paradigma de que es un sector para hombres. Y si lo vemos desde el área operativa (el manejo de camiones y tractocamiones), donde aún existe un porcentaje muy alto de hombres; el reto en la actualidad, en el área administrativa, no depende del género.
El reto principal que está viviendo el sector es el tema de la disponibilidad de vehículos, problema al que se están enfrentando las empresas tras las secuelas que dejó la pandemia. La afectación a la disponibilidad y la demanda por parte de los clientes es cada vez más compleja. La realidad es que para 2022 seguirá siendo un reto importante cubrir con esta demanda, en la que hay que trabajar día con día para que los clientes queden satisfechos.
“El reto es independiente del género, el reto ahorita está enfocado a la disponibilidad. En TIP México nos preocupamos mucho por esto y tratamos de planear y prevenir esta tendencia, buscando para efecto de nuestros clientes, siempre tener estrategias que podamos realizar de manera preventiva ante esta situación”, comentó Arlette Balderas, Directora de Operaciones TIP Auto.
Y en el tema de paradigmas, si bien la tendencia siempre se ha inclinado a que el tema del transporte es para los hombres, se ha venido demostrando que tanto mujeres como hombres pueden seguir evolucionando, y si como mujer tienes las habilidades y el liderazgo. No hay ninguna justificación para no seguir creciendo, tanto en la industria automotriz como en cualquier otra industria, el género no es relevante.
La mujer siempre ha sido capaz de enfrentar retos importantes, es un tema de comprometerse al 100% y querer tomar el liderazgo para realizar el rol. La cultura de la empresa donde se desenvuelven también influye mucho, pues deberá de ser una cultura abierta donde no haya una diferencia entre géneros.
“Aproximadamente, en posiciones gerenciales dentro de TIP México, el género femenino ocupa un 40% dentro de la organización”, comentó Arlette.
Ante la nueva normalidad, los nuevos esquemas de trabajo han tenido ventajas y desventajas; aunque estas últimas son menores, el reto como profesionista es poder dividir la parte laboral de la personal, y encontrar un equilibrio.
Enfocándonos en las ventajas, la empatía del rol de las mujeres en las empresas, como mamás y profesionales, ha crecido mucho. El esquema del home office ha quitado tabú hacia los roles como amas de casa, que sin duda es uno de los roles de mano de obra más mal valorados. Tener ahora el tiempo para vivir otras cosas que no eran posibles trabajando en una oficina, le ha permitido a las mujeres y a los hombres en general, ahorrar tiempos en distancias y aprovechar el mismo para enfocarlo en otros pilares de la vida que también sean importantes.
Mujeres y hombres han tenido la oportunidad de acomodar sus tiempos, demostrando que el resultado y el profesionalismo no se ha perdido, pues lo que pasa detrás y en su espacio personal, ya es un tema de equilibrar los tiempos y las actividades para hacer que funcione.
“La estrategia que más me ayudó para mantener todo en equilibrio, es estar bien conmigo misma… yo siempre he creído que si como persona estás bien y en equilibrio, lo que pase a tu alrededor se da por sí solo. Otra estrategia que ha sido exitosa es optimizar tiempos dentro de los pilares de mi vida, llámese familia, salud física y mental, la parte laboral, etc. y así permitir que todo lo demás fluya”, concluyó Arlette.