Con la decisión del Gobierno de retirar el arancel a las llantas radiales para tractocamiones, la Asociación Mexicana de la Industria Hulera (AMIH), afirmó que el hecho anula certidumbre para los 950 millones de dólares que el sector piensa invertir en cinco años, pone en riesgo diversos planes comerciales con Estados Unidos y crea incertidumbre a seis mil fuentes de empleo.
La situación no solamente obliga a replantear la posición de la autoridades, afirmó Ariel Depascuali, presidente de la AMIH, al no proteger una industria en momentos de crisis, sino por la creación de pautas para que la industria llantera en México “desaparezca” cuando se inunden los mercados de neumáticos extranjeros, principalmente del mercado chino.
Recordó que existieron platicas con la Secretaría de Economía (SE) a finales del año pasado para evitar que el primero de enero, el decreto que elimina el 20% de arancel a las llantas importadas, entrara en vigor, al solicitar un periodo de seis meses para analizar los efectos en la industria nacional. Sin embargo éste ya beneficia a las llanteras extranjeras.
“El 22 de diciembre la SE nos dijo que se abría un periodo de análisis para tomar la decisión, la sorpresa fue que no se respetó. Muchos países han visto en la entrada de llantas chinas un riesgo para la industria interna y han puesto mecanismos para protegerse en un momento económicamente complicado como el que vivimos.
“No estamos en contra de que se abra el mercado, lo que no se comprenden son las desventajas con las que vamos a enfrentar la competencia. Porque además de ser llantas de mucha menor calidad y que van afectar al medio ambiente, ponen en riesgo una cantidad importante fuentes de empleos directos e indirectos, ante la falta de protección del sector por parte de las autoridades”.
Dipascuali reconoció que este tipo de llanta, a la que se le derogó el arancel, no se fabrica en México “razón por la que se toma a la ligera el retiro del impuesto”, pero recordó que existen intercambios comerciales con empresas de Estados Unidos con los que se mantiene un nivel de productividad promedio.
El acuerdo, explicó, consiste en la importación de llantas para camiones desde los Estados Unidos, mientras que la producción nacional se dedica a exportar parte de la demanda existente en autos, camionetas y camiones de pasajeros. Principalmente de los armados en territorio nacional y cuyo destino se encuentra fuera de las fronteras de la República Mexicana.
“Ni si quiera se están protegiendo los acuerdos comerciales que existen entre países. De no remediar la situación vamos a ver en el 2010 que la industria hulera va iniciar un fuerte periodo con el que puede desaparecer. La verdad las empresas lo que vamos a tener que hacer es irnos del país y buscar otro con mejores condiciones. Pero los empleos que se van a perder es lo que no es evalúa…verdaderamente no entendemos”, concluyó.