Las llantas representan uno de los diferentes factores que influyen en el consumo del combustible en los vehículos automotores y son consideradas por los especialistas el foco de atención a la hora de establecer estrategias, encaminadas a reducir costos de operación en las empresas transportistas.
De acuerdo con información de Bridgestone Bandag Tire Solutions, a medida que los fabricantes de camiones implementaron innovaciones tecnológicas en los vehículos encaminadas a mejorar la aerodinámica, la contribución de las llantas al ahorro de combustible adquirió mayor importancia.
Si alguna vez ha tenido necesidad de rodar manualmente una llanta de camión, seguramente recuerda el esfuerzo que realizó para lograrlo. Así podrá imaginarse la fuerza que se requiere para moverla a una velocidad estimada en 88.5 kilómetros por hora, (55 millas por hora), en un camión cargado con varias toneladas.
“Para mover un camión pesado en carretera es necesario que el motor, el tren motriz y las llantas empujen contra varias y diferentes resistencias. Una de ellas, es la resistencia al rodamiento que representa la cantidad de arrastre creada por las llantas conforme el vehículo se desplaza por la carretera”, aseguró en entrevista con Indicador Automotriz, el gerente de ingeniería de ventas de Bridgestone Bandag Tire Solutions, Arturo Solano.
La resistencia al rodamiento se compone de diferentes factores, incluyendo el de la fricción entre la llanta y el camino, la profundidad de dibujo de la llanta, la resistencia del aire, las pérdidas por fricción del motor y del tren motriz, así como de los accesorios (aire acondicionado, luces, etc.). Sin olvidar que la mayor parte de la resistencia al rodamiento, entre 60 y 70%, proviene de la banda de rodamiento de una llanta.
Puesto que la resistencia al rodamiento es sólo una parte en el ahorro de combustible, un cambio de porcentaje en ésta, no da como resultado un cambio similar de porcentaje en el uso de combustible, debido a otros factores que también se ven involucrados.
Por ejemplo, a inicios de la década de los 80 un cambio entre 5 al 7% en la resistencia al rodamiento daba como resultado 1% en el consumo de combustible. Una década después, en los años 90, los avances en los componentes y en la aerodinámica de los camiones modificaron esta relación de 3 y 4% por cada 1% de cambio en el consumo de combustible.
Esto significa que actualmente se requieren menos cambios en la resistencia al rodamiento para producir un 1% de cambio en el consumo de combustible.
