“Si se aprueba la Reforma Energética bajará el costo de la luz y el gas”, comentó el presidente de México, Enrique Peña Nieto, durante la presentación de la iniciativa. Aunque no mencionó algo respecto a las gasolinas (Premium y Magna) o del diesel, la Reforma enviada al Congreso sí contempla cambios en esta materia para reducir el nivel de importaciones.
En el documento enviado a la Cámara de Senadores, se detalla que “la falta de un marco jurídico que responda a la realidad en esta materia ha llevado a una producción insuficiente de petróleo y gas natural, lo que junto con las crecientes importaciones de gas natural, gasolinas, diesel y petroquímicos, ha erosionado la seguridad energética de la Nación”.
Precisa que “de seguir con la tendencia actual, México se convertiría en un país importador neto de hidrocarburos en tan sólo algunos años”. En relación con el gas natural, las importaciones han crecido considerablemente en los últimos 15 años; entre 1997 y 2012, las importaciones subieron de 3% a 33% del consumo nacional. Este fenómeno se ha incrementado a partir de 2008, debido a la disminución del precio del gas natural en norteamérica.
“En materia de productos refinados y petroquímicos, se está viviendo una paradoja que enfrentan México y otros países con recursos en materia de hidrocarburos. No obstante los grandes volúmenes de hidrocarburos en el subsuelo, o incluso ya extraídos del mismo, se tiene una gran dependencia de combustibles e insumos petroquímicos importados de otros países, en virtud de la limitada capacidad de refinación y transformación en relación a la producción petrolera”.
En México, en 2012, se contaba con una producción diaria de 2.5 millones de barriles de petróleo crudo y sólo se refinaron 1.2 millones de barriles al día, teniendo que importar aproximadamente la mitad de las gasolinas y una tercera parte del diesel que se consumen en el país. Mientras que en 1997 las importaciones de gasolinas representaban el 25% del consumo nacional, para 2012 alcanzaron el 49%.
Debido a la falta de infraestructura suficiente, parte de los hidrocarburos, en particular los productos petrolíferos, son transportados de manera poco eficiente y con un costo elevado. El uso de carro-tanques y auto-tanques para el transporte de gasolinas, los cuales son, respectivamente, 6 y 13.5 veces más costosos que el uso del ducto, aumentó de 9.3% a 11.2% del total de volumen transportado de 2011 a 2013.
La iniciativa de reforma constitucional en materia energética se sustenta en los siguientes ejes estratégicos: Fortalecimiento del papel del Estado como rector de la industria petrolera, crecimiento económico con un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos, desarrollo incluyente para democratizar la productividad y la calidad de vida de la población, seguridad energética, transparencia y sustentabilidad y protección del medio ambiente.