“El anuncio realizado por el fabricante de vehículos eléctricos Tesla de instalar en Nuevo León una nueva planta ensambladora es una muy buena noticia para nuestro país. Los efectos favorables en la generación de empleo, consolidación y desarrollo de proveedores; así como el nivel de confianza que aporta para la toma de decisiones de otros actores de la industria automotriz para invertir en México son algunos de los beneficios que aportará este proyecto”, afirmó Guillermo Rosales Zárate, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
México, puntualizó, se encuentra ante una posibilidad muy importante que se deriva de por lo menos tres factores como lo son el cumplimiento de las nuevas reglas de origen del T-MEC, la relocalización de cadenas de producción extranjeras de algunos suministros para el armado de automotores nuevos en Norteamérica y el impacto de los incentivos que ofrecerá Estados Unidos a la adquisición de vehículos eléctricos.
“Los flujos fiscales que está motivando Estados Unidos para ser líderes en electromovilidad y la decisión de su Congreso de incluir a las unidades ensambladas en Canadá y México para los beneficios fiscales de hasta 12 mil 500 dólares por vehículo para los consumidores estadounidenses es fundamental para explicar la decisión de Tesla y lo serán también para otras que en en breve seguramente se conocerán”, puntualizó.
El presidente ejecutivo de la AMDA afirmó que la falta de planeación estratégica a nivel nacional, la insuficiencia en la infraestructura para hacer frente a estas oportunidades de inversión son retos que se tienen que atender de manera urgente.