En los últimos meses es mucho lo que se habla y escribe sobre el uso de tractocamiones doblemente articulados (fulles) en el traslado de mercancías en México, sobre todo en temas de seguridad y las disposiciones para circular en carretera, acorde con lo establecido en la NOM-012 sobre el peso y dimensiones máximas, emitida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En entrevista con Indicador Automotriz, el Coordinador de Efectividad Normativa y Prevención de Accidentes de Estafeta Mexicana, Salvador Escamilla Pérez, reconoció que desde hace siete años la empresa se alineó al Decenio de Seguridad Vial establecido por la Organización Mundial de la Salud y “creo Comités de Seguridad en la búsqueda de prevenir accidentes y programas de capacitación para aumentar la conciencia en los conductores”.
En la empresa todas las unidades utilizadas en el reparto de diferentes tipos de paquetería cumplen con los requerimientos de la NOM-012 “como medida de prevención la velocidad es gobernada por la computadora del motor, para restringirla hasta en 80 kilómetros por hora. Su nivel de equipamiento incluye sistema GPS que reporta la posición en tiempo real y la velocidad, así como freno auxiliar de motor y retardador o freno libre de fricción”.
Del total de la flota vehicular de la empresa dedicada al reparto de paquetería y mensajería, la que forma parte del esquema TR1 de plaza a plaza cuenta con 200 tractocamiones y rabones de las marcas Freightliner y Volvo, esto permite una mejor disponibilidad de refacciones y un ahorro estimado entre 25 y 50 mil pesos costo de mantener un tractocamión parado, comentó Salvador Escamilla. Por su parte el llamado TR2 lo forman vehículos más pequeños como vanes y eurovanes.
Operadores descansados
Con una plantilla de 400 operadores, dos por cada unidad, éstos cumplen jornadas laborales de 12×12 horas “pues entendemos que al final del día si los conductores manejan descansados tendrán un desempeño más eficiente”, explicó Escamilla Pérez.
Respecto a la NOM-087 considera que los tiempos de descanso establecidos por las autoridades “si son los adecuados y cubren las necesidades físicas de los conductores. Empero a la par debería haber sitios seguros para hacerlo ya que los existentes no garantizan la seguridad ni de los conductores ni de las unidades”.
Dicho aspecto va íntimamente ligado con uno de los desafíos que las empresas de autotransporte en general enfrentan, que es el robo tanto de las unidades como de la carga que se traslada.
“En ocasiones se trasladan paquetes de tres mil o más clientes diferentes y cuando se llevan un vehículo se declara robo total, pues se lo llevan completo y la carga generalmente desaparece”. En este rubro el principal atractivo de los amantes de lo ajeno es el vehículo, no tanto el de los envíos, finalizó.