Para Jorge Alberto Casares López, director general de Alianza Trayecto, la crisis provocada por el COVID-19 se asemeja a un maratón y tiene claro que para aguantar los colaboradores son esenciales. “Nosotros le apostamos a defender el empleo, a garantizar el bienestar de todos, porque cuando esto regrese a la normalidad su compromiso nos permitirá volver a hacer grandes cosas”, explica.
Desde que se decretó la pandemia, el directivo se dirigió con claridad a su equipo. En entrevista para Transportando Al País de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), detalla que la primera acción de su estrategia ante el COVID-19 fue comprometerse a garantizar el empleo de sus 5 mil 950 colaboradores, a cambio de trabajar unidos y buscar áreas de oportunidad en las 9 empresas que conforman al Grupo, en términos de productividad, reducción de costos, y nuevas oportunidades en el mercado.
Según su testimonio, han sido los propios colaboradores quienes han reinventado la operación de la empresa, con acciones importantes como la reconversión de una parte de la flota al servicio de la industria automotriz para fortalecer otros segmentos dedicados.
La segunda acción del plan fue implementar el trabajo en casa del personal de logística y administración, así como en personas vulnerables, todos con goce de sueldo.
Finalmente, Casares formó una nueva dirección ejecutiva de Salud, con el objetivo de implementar una estrategia para minimizar los contagios. El nuevo directivo, según explica, forma parte de un programa de educación continua sobre el COVID-19, y es el encargado de difundir campañas de comunicación, instalar filtros de acceso, abastecer los insumos necesarios de higiene, así como de adecuar y sanitizar todas las áreas de trabajo, incluyendo los tractos, los vehículos utilitarios y los patios.
“Rompemos paradigmas. Hay un responsable y un equipo para cada objetivo. Así funcionamos”, dice.
Alianza Trayecto es el resultado de la fusión de 2 grandes corporaciones: Grupo Transportes Monterrey y Grupo Larmex. En total, suma 9 empresas de transporte, de las cuales, algunas fueron adquiridas y otras fundadas por cuenta propia a lo largo de 60 años de trayectoria.
A través de Transportes Monterrey, Aerolíneas América, Transportes López e Hijos, Transportes Jorge Ángel, Transportes Minerva, Acción Transport y Fletes Estratégicos, así como de Transportes Larmex y TLM Autos, actualmente Alianza Trayecto es líder indiscutible en prácticamente todos los servicios de transporte de carga en el país, a excepción de dimensionados y productos del campo por granel.
De todas sus divisiones dedicadas: transporte de productos peligrosos, refrigerados, contenedores marítimos, carga regular, comercio internacional, y automotriz, ésta última resultó ser la más afectada, luego que los fletes cayeron más del 50% durante los meses críticos de la pandemia.
“Al disminuir la actividad económica cayó un 25% la demanda de este servicio. La pudimos contener, porque nos volvimos ágiles y tuvimos la capacidad, incluso, de conseguir nuevos clientes. Del ramo automotriz, sí cayó 50 por ciento, pero logramos contenerlo al mover el equipo a otros mercados, en una ecuación de productividad y sustentabilidad de la flota”, explicó.
Sobre la fortaleza y el futuro del grupo, Casares explica que la base está en la solidez financiera. “Nosotros, históricamente, hemos sido un grupo conservador en cuanto a pasivos. Nuestras inversiones son cubiertas con recursos propios generados de la operación y, a lo máximo, llegamos a financiamientos del 20% del total de una inversión.
Al ser un grupo sólido en materia financiera, hemos podido sortear sin problema los meses que llevamos de la pandemia. Efectivamente, este año no será el mejor en términos económicos para el Grupo, pero ahora la prioridad es la salud de los colaboradores. Habrá tiempo para normalizar el rumbo”, concluyó.