Podría usted imaginar el caos que se viviría dentro de una empresa transportista, sin importar el área de aplicación, si el responsable del mantenimiento preventivo no hiciera bien su trabajo, sobre todo si se considera la íntima relación que existe entre éste y la seguridad. Para algunas personas el tema es sinónimo de llevar a cabo las reparaciones necesarias, es decir poner en funcionamiento algo previamente averiado.
En la actualidad la logística implementada en las diferentes empresas considera que las acciones preventivas realizadas a su debido tiempo no solo evitan averías mecánicas sino también sus consecuencias, entre ellas, contratiempos y accidentes.
Con casi 15 años de experiencia en la administración del mantenimiento preventivo de camiones de carga, en Julio César Gastelum Hernández recae la responsabilidad de mantener “al día” las unidades de la flota vehicular en la empresa Transportes TRG.
Con una flota vehicular conformada por 35 camiones, la mayoría de la marca Kenworth por su mejor precio de reventa, es necesario proporcionar un mantenimiento preventivo adecuado y riguroso para mayor confianza de los conductores. Dentro de éste se presta especial atención a los motores para asegurarse de que no fallarán en carretera, así como lograr una mejor economía de combustible en la operación y alcanzar los niveles más bajos de emisiones.
Julio César Gastelum considera que el mantenimiento preventivo es “algo dedicado y no delicado, y la base radica en checar bien el equipo y sobre todo, hacerlo a tiempo”. En Transportes TRG se consideran para cambio de aceite cada 20 mil kilómetros; clutch, se recomienda 450 mil kilómetros; balatas cada 250 mil kilómetros si no se abusa del equipo, pero depende de las rutas y el caso específico de cada flota.
Si se da el mantenimiento preventivo no hay necesidad de reparaciones mayores; “como ejemplo, en el caso de una llanta se recomienda retirarla a los cinco milímetros de vida para no tener problemas, pues ya cumplió y no se le puede dar hasta que truene”.
En el personal de la empresa se encuentra la principal fortaleza de ésta y se puede decir que la situación familiar influye mucho. Hay conductores a los que enseñó a conducir su abuelo o su papá y son muy buenos aunado a ello los dealers de las diferentes empresas ya sea fabricante de camiones o proveedora de autopartes proporcionan la capacitación y recomendaciones necesarias para un mejor desempeño.
La experiencia es un factor muy importante que hace la diferencia en la conducción de un camión. Saber cómo actuar en situaciones de riesgo, cuáles son los hábitos necesarios para cuidar bien del vehículo y las mejores maneras de economizar combustible son conocimientos que se incorporan con el tiempo en la carretera. Pero la experiencia también puede cargar algunas adicciones y hábitos errados, pasados de generación en generación, agregó Julio César Gastelum.
Además de llevar una bitácora detallada de las operaciones realizadas dentro del mantenimiento preventivo es fundamental mantener la organización dentro del mismo. Con ello se aseguran que los procedimientos de lubricación, inspección, limpieza y ajuste se realizan “de la mejor forma posible”. ¿Del mantenimiento correctivo qué nos puede decir? “Ese no me gusta y no lo uso”, fue la respuesta contundente de Julio César Gastelum.