Con más de 30 años de experiencia en la industria llantera y 27 de ellos en Michelin, Miguel de Andrés Vidal conoce este negocio desde abajo, es decir, desde sus entrañas. Hoy recuerda como si hubiera sido ayer cuando vivía en España y le dijeron: “Queremos arrancar operaciones en México y hemos pensado en usted, qué le parece…”, era el año de 1991 y viajó con un reducido grupo de personas para formar la compañía.
En México, Michelin había adquirido las marcas Uniroyal y BF Goodrich, era un buen momento. Los siguientes cuatro años “me dediqué a la contratación de personal, a formar y capacitar a la gente que trabajaba en Uniroyal y posteriormente recibí el nombramiento de Gerente de Ventas en esta ciudad, cargo que ocupé durante siete años”.
A finales de la década de los 90 regresó a España, para hacerse cargo del nuevo proyecto de la empresa francesa en Barcelona, la Venta por Kilómetro. En esa ciudad se mantuvo cuatro años y “logré que me trasladarán nuevamente a México, esta vez como Gerente de Ventas a Grandes Flotas, posteriormente como Gerente Nacional de Ventas Camión, luego a auto, camioneta, industrial y mueve tierra”. Tras 27 años, considero importante “dar paso a las nuevas generaciones y conocer el otro lado de la calle y me fui a trabajar a la distribución”.
En esa área aprovechó su formación como ingeniero industria y la experiencia adquirida en el sector llantero donde se desempeñó desde los 23 años de edad como vendedor, lo cual le atrajo desde su juventud “siempre me direccioné por ese camino”. En la distribución, la comercialización de llantas es la base del negocio, pero también es interesante entrar al mundo del servicio. “Sin importar la marca que vendas, si no das a tus clientes el mejor servicio, estás muerto y no vales nada. Esa es nuestra máxima, cuidar a los clientes y mejorar constantemente lo que hacemos cada día”.
Una vez que has visto cómo se producen las llantas Michelin, no te queda duda de lo impecable del proceso. En México, la llanta más solicitada es la de camión, pese a que es compleja y está sometida a factores adversos como son: la carga, temperatura, la velocidad…, y con todo esto deben ser firmes y seguras para que duren cientos de miles de kilómetros.
Una de las situaciones que más llamó mi atención a la llegada a México fue la composición del mercado. Mientras en España era 100% radial, en México era 80% convencional y 20% radial. De ahí surgió mi primera obsesión convencer al cliente mexicano de que las llantas radiales son infinitamente mejores y esto, puedo decir, es mi aportación al mercado mexicano pues ayude a su radialización.
Para finalizar, Miguel de Andrés Vidal, reconoce como su rase favorita: “No es capaz el que más hace, sino el que mejora lo que hace”, ya que esto nos lleva siempre a estar insatisfechos con lo que hacemos y siempre hay una forma de manejar todo”, hasta la el negocio y la distribución de las llantas.
En México, alrededor del 98% de los pasajeros se transportan por carretera, las flotas de autobuses representan un sector importante donde el consumo de llantas es un tema estratégico. Astrollantas trabaja con flotas como ADO y Estrella Blanca, en la proveeduría de neumáticos y servicio, “casi, casi, con un marcaje personal en el tema del servicio” ya que una flota maneja entre cinco y seis mil llantas rodando al mismo tiempo, multiplicando esta cifra por el precio es fácil conocer la cantidad de dinero que la empresa mantiene rodando”.
Los transportistas adquieren llantas para hacer negocio, buscan rendimiento “y no gastar más de lo necesario”, los automovilistas “seguridad y confort”. Así, la adquisición puede verse como una inversión o un gasto, aseguró el Director General del Grupo Astrollantas, Miguel de Andrés Vidal.
