De acuerdo con Engen Capital, es «impresionante» lo que está ocurriendo con la inversión fija, al repuntar 29.5% real anual en julio 2023. En abril y mayo de 2021, esta inversión había crecido cerca de 44% anual en cada caso, pero se trataba de un rebote estadístico derivado del desplome de un año antes (-38%). Excluyendo estos efectos, el ritmo de julio de este año es histórico y no se tienen registros de esta magnitud en la serie mensual que publica el INEGI.
Por componentes, la inversión en maquinaria y equipo creció 20.3% real anual, sosteniendo tasas elevadas por segundo año consecutivo, destacando su segmento importado (23.1%), pero también el nacional (17.1%). Las empresas están invirtiendo en maquinaria y equipo, como parte del impacto positivo del fenómeno del Nearshoring, además de que aprovechan que el tipo de cambio se ha apreciado en los años recientes.
Por su parte, la inversión en obras de construcción reportó un crecimiento extraordinario, de 37.2% anual, una tasa histórica. El repunte de la construcción se da exclusivamente en las obras no residenciales (plantas industriales, infraestructura), con un histórico de 70.9% anual, mientras que las residenciales avanzaron apenas 2.7%.
La inversión total del país ascendería a USD 469 mil millones estimados para este año, un récord histórico en su valor nominal, pero también en términos relativos reporta su segundo máximo, ya que representará 26.2% del PIB. La inversión privada representa alrededor de 86% de la inversión total del país.
En julio creció 30.1% anual y observa un repunte inesperado y extraordinario. Está complementado por un ritmo de 21.5% en la inversión pública, segmento que ahora observa un semestre consecutivo con tasas elevadas y dejando atrás, al menos por el momento, 14 años de caídas casi continuas.
Hay un boom de la inversión y esto se refleja en que podría crecer 19.3% en este año, una cifra extraordinaria, a lo que le seguiría un avance de 7.0% en 2024. Si el Nearshoring se materializa en forma adecuada en los siguientes años, la inversión podría acercarse al 29% del PIB en 2030. Se requiere que ésta supere el 30% a mediano-largo plazo.