Hoy comienza el periodo para la libre importación de gasolinas y diesel en el país, por lo que Pemex deja de ser el proveedor exclusivo en el país, además ya no será la única autorizada para almacenar y transportar por ducto el petróleo, petrolíferos y petroquímicos, por lo que cualquier empresa que desee competir puede hacerlo bajo los términos de la regulación.
En la pasada Sesión Ordinaria del 22 de marzo del presente año, el Órgano de Gobierno de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), aprobó a Pemex Logística los términos y condiciones para la prestación de servicios de almacenamiento, así como de transporte por ducto de petróleo, petrolíferos y petroquímicos.
De igual manera, se aprobaron las temporadas abiertas aplicables, tanto a los sistemas de almacenamiento, como al sistema de transporte por ducto y, por último las tarifas correspondientes para los sistemas de transporte por ducto.
La Secretaría de Energía emitió el 23 de febrero de 2016 un Aviso en el Diario Oficial de la Federación mediante el cual se habilita el otorgamiento de los permisos de importación de combustibles a cualquier interesado que cumpla con la legislación y requisitos aplicables. Por ello, desde este 1 de abril de 2016, cualquier interesado puede solicitare y obtener un permiso de importación.
Si bien las empresas que desean importar combustibles no cuentan con infraestructura propia para el transporte por ductos, pueden acceder a la red de Pemex bajo los precios que determine la CRE. De esa forma, en términos de regulación el camino está despejado para que los interesados comiencen con el proceso para obtener los permisos.
La firma Gulf, de origen estadounidense, fue la primera interesada en entrar a competir en el mercado nacional. Su modelo de negocio será similar a una franquicia. Antes del medio año podría tener hasta cuatro estaciones y cerrar el año con 30.
Transición
Desde este 1 de abril y hasta diciembre de 2018 en que se libere completamente el mercado de combustibles, Pemex Logística tendrá un Régimen de Transición que contempla el transporte y almacenamiento con regulación económica total y la capacidad disponible que se asigna mediante temporadas abiertas.
En dichas temporadas abiertas se mantiene el 10% de la capacidad para uso común, el resto se somete al proceso de asignación que apruebe la CRE, Pemex TRI o su comercializadora compiten en igualdad de circunstancias, y si un tercero adquiere productos de VPM, entonces Pemex TRI o su comercializadora están obligados a ceder la capacidad requerida.
Las actividades de transporte por medios distintos a ducto, la distribución bajo cualquier modalidad, la comercialización, así como el expendio al público (este último por Ley) de gasolinas y diesel, no se sujetarán a regulación económica por ser actividades potencialmente competitivas, por lo que se desarrollarán bajo condiciones de libre mercado.
Después de la transición, es decir, a partir de enero de 2019, el transporte por ducto será regulado económicamente al igual que el resto de los permisionarios y el almacenamiento será desregulado con posibilidad de regularse si se configura el supuesto de “insumo esencial” (si genera poder de mercado que afecte la eficiencia del mismo).
