La Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó a la Cámara de Diputados que congelar o disminuir los precios de la gasolina y el diesel implicaría un mayor rezago en su costo, con sus consecuentes perjuicios sobre las finanzas públicas federales, estatales y municipales. “No se considera adecuado reducir el precio de la gasolina y el diesel”, enfatizó la dependencia.
A través del oficio 349-A-1253, suscrito por el jefe de la Unidad de Política de Ingresos de la SHyCP, Juan Manuel Pérez Porrúa, se reconoce que para 2010 y 2011, la curva de futuros de los precios del diesel y las gasolinas del Nymex presenta una tendencia creciente, por lo que al disminuirlos se estaría dando una señal errónea a los consumidores.
La respuesta a un punto de acuerdo relativo al precio de la gasolina y el diesel avalado por el Pleno Camaral precisa que la política de precios de los bienes y servicios de la administración pública federal tiene como objetivo reflejar su costo de oportunidad para fomentar el saneamiento financiero e incrementar la eficiencia productiva de las empresas públicas.
Entonces, cuando el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) del diesel es positivo, los aumentos de ese combustible en México no afectan a los usuarios formales, ya que el IEPS causado por Pemex en la enajenación del diesel es acreditable contra el ISR, ya sea propio o retenido a terceros.
Mientras tanto, cuando el IEPS es negativo, los consumidores mexicanos pagan un precio menor que el que erogan sus competidores estadounidenses en ese país. Abunda que dentro del sector transporte en general, los contribuyentes tienen incentivos fiscales, como son el acreditar el IEPS y el 50 por ciento de los peajes que pagan, contra el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Destaca que el IEPS a las gasolinas y al diesel es una manera de hacer que los contribuyentes informales de este sector contribuyan al financiamiento del gasto público e incentiva a su formalización y, por ende, al ordenamiento de ese mercado.