El automóvil con patente de Benz fue el primer automóvil del mundo. Carl Benz lo diseñó en 1885 y el 29 de enero de 1886, solicitó su patente. La patente No. 37435, concedida por la oficina de patentes imperial para este «vehículo con motor de gasolina» era el certificado de nacimiento del automóvil.
Para su creación, Carl Benz no se conformó con equipar un vehículo existente con un motor. En su patente de automóvil, el motor, el chasis y la transmisión se diseñaron desde cero. Con motor de gasolina, encendido, refrigeración, transmisión, ruedas y frenos, el Motorwagen ha sido el arquetipo de cada automóvil fabricado desde entonces.
Benz trabajó durante mucho tiempo en secreto en su invento, por temor a que alguien pudiera adelantarse a su creación. Al principio, solo se atrevía a salir a la carretera de noche, en el vecindario inmediato de su fábrica. Noche tras noche, gradualmente aprendió a tomar el mando de su vehículo y su tecnología, extendiendo con cautela la longitud de las vueltas que tomó con él. Bertha, su esposa, se sentaba regularmente junto a él durante las primeras pruebas de manejo en 1886, no solo para salir y empujar cuando el prototipo se detenía: también era su amuleto de la suerte.
Desarrollar el nuevo automóvil tomó mucho tiempo y costó mucho dinero, y Carl Benz se preguntó si el coche era adecuado para viajes largos. Bertha le demostró a su esposo que tenía una fe inquebrantable en él y en sus habilidades, y en agosto de 1888, sacó en secreto a sus hijos en el automóvil, desafiando la prohibición de conducir, recorrió los 180 kilómetros desde Manheim hasta Pforzheim, y regresó con sugerencias de mejoras para un mayor desarrollo.
Carl Benz esperó hasta que el automóvil fuera patentado para aventurarse a presentarlo oficialmente al público. El 3 de julio de 1886 es una fecha importante en la historia del automóvil, ya que fue el día en el que el Patent-Motorwagen, considerado el primer automóvil del mundo, completó su viaje inaugural en público en la Ringstraße de Mannheim.
Al mismo tiempo, el evento representó para el diseñador Carl Benz el cumplimiento de su sueño de construir un vehículo de carretera motorizado. Su diseño, que incluía chasis y motor, fue una innovación fundamentalmente nueva. Solo unas semanas después, un segundo pionero de la automoción, Gottlieb Daimler, instaló un motor de combustión interna en un carruaje y, al hacerlo, marcó el comienzo de su sueño de motorizar todos los vehículos y electrodomésticos con su motor de alta velocidad.
El corazón del Patent Motorwagen es un motor monocilíndrico de cuatro tiempos con una cilindrada de 0,954 litros. Este diseño ya incorporaba varias de las características clave que se encuentran en la mayoría de los motores de combustión interna en la actualidad, incluido un cigüeñal con contrapesos, encendido eléctrico y refrigeración por agua. Esta unidad desarrolló una potencia máxima de 0,55 kW a 400 / min. Para los estándares del día, este motor era positivamente liviano, inclinando la balanza en alrededor de 100 kilogramos.
Otras características eran su cárter abierto, la válvula de deslizamiento de admisión controlada por una varilla excéntrica, la válvula de asiento de escape operada a través de un disco de leva, balancín y varilla de empuje, y el sistema de lubricación por goteo. El diseño de Benz tenía el gran volante montado horizontalmente en el chasis, porque temía que el efecto giroscópico de una disposición vertical interfiriera con la dirección y la estabilidad del vehículo.
El bastidor del primer diseño del Patent Motorwagen fue moldeado y soldado a partir de tubos de acero. Dado que se trataba de un vehículo de tracción trasera, el sistema de dirección de barra de tiro convencional utilizado con los carruajes no era una opción. Entonces, en aras de la simplicidad, Benz inicialmente optó por una rueda delantera de dirección única, creando así un vehículo de tres ruedas.
La rueda delantera estaba montada en una horquilla no suspendida y se giraba con una palanca unida a una cremallera dentada. No fue sino hasta varios años después, en 1893, que Benz inventó la dirección de pivote del eje para dos ruedas delanteras direccionales, uno de los hitos más importantes en el diseño automotriz.
Por razones de secrecía, en 1885 se llevaron a cabo pruebas preliminares de prueba en las instalaciones de la fábrica. La primera salida a la carretera, realizada de noche, duró solo unos minutos, ya que el automóvil se detuvo después de cien metros. Pero en poco tiempo, cien metros se convirtieron en mil, y con cada prueba la distancia se hizo más grande.
En sus memorias, Benz recordó: “Probablemente alcancé una velocidad de 16 kilómetros por hora con el automóvil. Mi confianza creció con cada salida, pero en cada ocasión también crecí al reconocer nuevas características del motor; por otro lado, cada viaje me mostró nuevas posibilidades de mejora, de modo que en enero de 1886 estaba listo para solicitar una patente para el automóvil”. El periódico “Neue Badische Landeszeitung” publicó el siguiente relato de la excursión el 3 de julio de 1886: “Un velocípedo propulsado por gas ligroína (benceno), construido en la Rheinische Gasmotorenfabrik Benz & Cie., y sobre el cual ya hemos informado en estas páginas, fue probado hoy en Ringstraße y se dice que ha superado la prueba satisfactoriamente «.
El mismo autor había escrito el 4 de junio de 1886: “Los entusiastas del velocípedo pueden estar interesados en saber que se ha avanzado mucho en este campo a raíz de un nuevo invento de la firma local Benz & Cie. Actualmente la mencionada empresa […] está construyendo un velocípedo de tres ruedas impulsado por un motor similar en diseño a un motor de gasolina[…] Todo el vehículo es apenas más grande que un triciclo convencional y da una impresión muy agradable y elegante. No cabe duda de que este velocípedo motorizado pronto hará muchos amigos, ya que probablemente resultará extremadamente práctico para médicos, viajeros y deportistas”.
Desde entonces, Mercedes-Benz ha continuado con el legado de innovación, tecnología y pasión que se instaló hace 135 años. Actualmente, la que se ha convertido en la marca de la estrella lidera la industria automotriz en todos los aspectos: tan sólo el año pasado, Mercedes-Benz se consolidó como la marca más deseada y la más vendida dentro del segmento de lujo.
Además, participa en diversas actividades que reafirman su posicionamiento y filosofía de ser más que una marca de autos: durante aproximadamente 25 años, Mercedes-Benz ha sido un partidario dedicado de la industria de la moda, patrocinando semanas y eventos de la moda selectos a nivel internacional, diseñando programas para apoyar a los diseñadores emergentes y creando campañas de moda de alto perfil, y desde hace más de treinta años, Mercedes-Benz está presente en el mundo del golf con MercedesTrophy, un torneo amateur que acerca a sus clientes a los más grandes torneos y jugadores del mundo.
En el ámbito de automovilismo, el equipo Mercedes-AMG Petronas F1 Team ha obtenido más de 200 victorias como proveedor de motores y ocupa el segundo lugar con más victorias en la historia de la Fórmula Uno. Además, se han ganado nueve campeonatos de constructores y 13 de pilotos con motores Mercedes-Benz. Por si fuera poco, Mercedes-Benz está dando el siguiente paso hacia la movilidad con huella de carbono neutral con su plan «Ambition 2039». Durante el 2020, se inauguró “Factory 56”, que encarna el futuro de la producción y establece, nuevamente, los estándares para la industria automotriz.
Continuando con ese mensaje de sustentabilidad, la marca presentó recientemente EQC, el primer modelo totalmente eléctrico de Mercedes-Benz. Poco después, presentó también EQA, que se posicionará como el modelo de entrada a la gama Mercedes-EQ.
Próximamente, la marca tendrá modelos eléctricos e híbridos en todos los segmentos. Con esto, Mercedes-Benz demuestra que lo que empezó como una idea, revolucionó al mundo y que, 135 años después, la historia apenas comienza.
