La respuesta del fabricante alemán Voith para superar la crisis que afectó la venta de autobuses en 2009 y consecuentemente el nicho de retardadores hidrodinámicos se enfocó a reforzar el servicio posventa y el segmento de camiones de carga. De acuerdo con el responsable de la división carretera de la empresa, José Antonio Piana, la disminución resultó similar a la de otros productos en la industria del autotransporte.
Pese a que “el efecto todavía se resiente se prevé una recuperación en el resto de 2010 y llegar a los niveles deseados en no más de dos años”. El principal mercado para este tipo de retardadores se encuentra en los autobuses foráneos de pasaje, las marcas que ofrecen este tipo de unidades son europeas y es en ese continente donde son más conocidos y utilizados.
En México, las empresas de pasaje conocen el producto a fondo y para ellas es indispensable contar con retardadores que incrementen los niveles de seguridad de los pasajeros nacionales. Con la penetración en el segmento de carga y al comprobarse las ventajas, deberá darse un importante crecimiento en un plazo estimado entre dos y cinco años.
La firma comercializa distintos productos, “son varios y atienden las necesidades de frenado de acuerdo al servicio que ofrecen las distintas empresas de carga o pasaje. Para unidades de pasaje existen los modelos VR 123, el VR115E, el 115VR3250 y el 133-2, utilizados por las diferentes marcas de autobuses foráneos en el país”.
Algunos beneficios que podrá obtener el transportista son “ahorro en el mantenimiento del sistema de frenos de las unidades, el ahorro en llantas que no se sobrecalientan por las temperaturas en el sistema de frenos, la mayor disponibilidad de las unidades al entrar menos veces a taller para cambios de frenos o llantas y lo más importante, aunque difícil de medir en términos económicos, es que la seguridad se incrementa de forma verdaderamente importante”, finalizó el directivo.