La reciente publicación del “Examen estadístico del comercio mundial 2022”, de la Organización Mundial del Comercio, indica que el PIB y el comercio a nivel global se recuperaron en 2022 después de caer bruscamente en 2020, pero se espera un crecimiento más débil en 2023 a medida que la economía mundial se desacelera.
Esta publicación también revela que en el segundo trimestre de 2022 los volúmenes de exportación e importación aumentaron en América del Norte y Europa, mientras que el comercio en Asia se vio disminuido, atribuido en parte a los impactos de la pandemia en las cadenas de suministro, que ha interrumpido la producción y los envíos de mercancías en China.
El gigante asiático registró caídas en sus exportaciones de 0.3, 8.7 y 9.9% en los últimos 3 meses de 2022, según cifras oficiales del gobierno chino. Sin embargo, lo que para algunos representa una crisis, para otros países se convierte en una oportunidad, como es el caso de México, cuya proximidad con el más grande importador del mundo, le abre una puerta para favorecerse por el “nearshoring”.
La gran oportunidad para México
Este contexto mundial ha motivado a diferentes empresas internacionales a buscar alternativas para trasladar sus cadenas de producción, y con ello, garantizar que sus productos mantengan su flujo sin verse impactadas por factores externos.
“Atraer inversión a México en temas de nearshoring podría acelerar el crecimiento económico, sobre todo del sector manufacturero, que es la principal industria exportadora. La gran oportunidad podría estar frente a nosotros; sin embargo, este crecimiento también implica estar preparados para satisfacer las necesidades del mercado, por lo que contar con tecnología que permita agilizar la logística en el comercio transfronterizo, es igual de importante”, comentó Óscar Romero, Jefe de Crecimiento en Latinoamérica de Quincus.
Los principales factores que posicionan a México como una de las opciones más viables para migrar centros de producción son, en primera instancia, su cercanía con Estados Unidos y el compartir husos horarios, lo que maximiza la comunicación entre ambos países.
En segundo lugar, la buena relación entre países, ya que el contar con un Tratado de Libre Comercio permite eliminar aranceles a las exportaciones de México a Estados Unidos, lo que ha favorecido la producción mexicana en diferentes industrias como la automotriz.
Y en tercer lugar, México cuenta con una fuerte industria manufacturera con altos estándares de calidad y fuerza de trabajo calificada, además de proporcionar una ventaja competitiva en el tema de costos.
Estos factores han motivado, incluso, a las mismas empresas de origen chino a trasladar algunos centros de producción a México, en la búsqueda por contar con una posición geográfica estratégica para el comercio con Estados Unidos, así como reducir el costo del transporte y ya no depender de la industria marítima, que moviliza el 80% del volumen del comercio mundial de bienes.
De reto de comercial al reto logístico
México cuenta actualmente con infraestructura que le permite movilizar mercancía a través de vías férreas, carreteras y por la vía marítima y área; sin embargo, ¿es suficiente para el incremento esperado en la transportación de productos como vehículos y maquinaria?
Según un análisis del Banco Mundial, la infraestructura es uno de los retos de la logística en México, ya que está calificada con un índice de 3 en una escala de 5, mientras que la China es de 3.6; esto debido a que el país asiático cuenta con la red más grande del mundo de trenes de alta velocidad y autopistas, lo que permite que se transporte mercancía al interior del país de forma más eficiente.
“Hoy en día no basta con producir rápido y barato, la industria manufacturera debe ser capaz de modernizar sus procesos logísticos, desde la cadena de suministro y la gestión de inventario, hasta la optimización de capacidad y rutas de sus vehículos de entrega. De esta forma podrán aprovechar al máximo la infraestructura de cada ciudad para entregar siempre a tiempo”, puntualizó Óscar Romero.
Y es que la logística y la tecnología unidas, pueden aportar mucho. Empresas como Quincus, plataforma SaaS de autoservicio, ofrecen soluciones de software para transporte, logística y cadena de suministro, que ayudan a las empresas con la mejora continua en sus procesos para lograr una constante eficiencia y ahorros, donde la integración de nuevas tecnologías lleva a los negocios al siguiente nivel de optimización.
Por lo tanto, a pesar de que producir en México sea más barato para las empresas, en cuanto al tema de aranceles y manufactura, eso no significa que la transportación de la mercancía sea igual de efectiva, por lo que el reto para cumplir con sus objetivos logísticos será la modernización de sus activos, el aprovechamiento de la infraestructura y la transformación digital en la cadena de suministro.