La necesidad de incrementar el uso de retardadores en las unidades de carga obedece más a reforzar las medidas de seguridad que a reducir los costos de operación en autopartes como: balatas, llantas y combustible, aseguró en entrevista con Indicador Automotriz el director general de Cofremex, José Manuel Álvarez.
“Su funcionamiento a través de la formación de un campo magnético, generado entre el estator y el rotor, el cual se opone al movimiento de los rotores, retardando con ello la velocidad del vehículo, sin existir fricción entre las partes, y sin activar el freno convencional ayuda a controlar la velocidad de las unidades de transporte”, en este caso camiones de carga.
El objetivo, evitar que los frenos de servicio en los vehículos se gasten, se calienten y se provoque un accidente, además, representan una ventaja económica para los transportistas. Como ejemplo: una mayor vida útil a las llantas que ya no se calientan debido a la reducción en el calor en las balatas que evita a las cejas quemarse.
Así como, un incremento hasta en cinco veces de la vida útil de las balatas resultado de la aplicación del freno convencional; en llantas de 20%, en el desgaste al disminuir el calentamiento de las balatas, así como un 2% en combustible, al circular en marchas más largas e incluso prescindir del freno de motor.
