Las llantas Michelin hoy en día cuentan con la más alta tecnología, compuestas por más de 200 componentes o ingredientes que conforman la receta perfecta.
Estos ingredientes perfectamente proporcionados interactúan para ofrecer una movilidad más segura y eficiente, rendimiento equilibrado en términos de seguridad, comodidad y reducción del impacto ambiental.
Michelin tiene el firme compromiso de garantizar que, en el futuro, todos los componentes de las llantas sean, en primera instancia, sostenibles.
Para lograr esto, la empresa aprovecha su avanzada experiencia en el diseño y prueba de materiales de alta tecnología, apalancados de su propia incubadora, así como de sus socios que cuentan con soluciones innovadoras que buscan cada día mejorar diseños.
Un ejemplo de esto es el trabajo que el equipo de innovación está cocinando para para producir butadieno a partir de biomasa (residuos de madera, cáscara de arroz, rastrojo de maíz, etc.) cuyo objetivo es reemplazar el butadieno derivado del petróleo, regenerar plástico (PET), reciclar poliestireno o recuperar negro de humo de neumáticos usados.
Michelin también se ha comprometido a utilizar la menor cantidad de material posible en sus llantas sin afectar su rendimiento. El objetivo es limitar el impacto de las llantas en los recursos del planeta y mejorar su resistencia de rodamiento, reduciendo así las emisiones de CO2. De esta manera, el Grupo se comprometió rápidamente a hacer que la industria del caucho natural sea ambientalmente responsable y beneficiosa para todos sus consumidores.
Pero más allá de los muchos materiales diferentes, la excelencia de los neumáticos Michelin también se debe a un ensamblaje complejo y procesos de fabricación únicos. Más de 6.000 personas del Grupo en todo el mundo tales como ingenieros, investigadores, químicos y desarrolladores están comprometidos con alcanzar la ambición de Michelin de hacer que sus neumáticos sean 100% sostenibles.