Dicen los que saben que una de las mejores inversiones en insumos dentro de las empresas del transporte, sin importar si son de carga o pasaje, se hace en la compra de las llantas. El Director General del Grupo Astrollantas, Miguel de Andrés Vidal, empresa dedicada a la distribución de llantas Michelin, añade “las llantas de camión las consumen empresas y la decisión de compra representa una inversión, no un gasto”.
Es cierto que existe una diferencia en la venta de llantas para camión y las de automóvil. Pese a que todas son iguales: Negras, redondas y con un hoyo en el centro, las empresas las montan para obtener un óptimo rendimiento, pues hacen negocio con ellas y son consumidores expertos. Por su parte, las de automóvil, las adquieren particulares con necesidades básicas de seguridad y confort.
En el transporte, el nivel de conocimiento se traduce en exigencia, donde el servicio posventa es fundamental para lograr un mejor desempeño, “ya que elegir una buena llanta, pagar por ella un precio lógicamente más alto como podría ser Michelin, sin la alineación y el balanceo correcto, puede resultar en una pérdida de la inversión.
El precio de una llanta de autobús oscila entre 10 y 12 mil pesos, en la comercialización se ofrecen descuentos y precios especiales en ventas de volumen. Una flota que transporta pasajeros mantiene rodando entre 5 y 6 mil llantas al mismo tiempo, de ahí la importancia de cuidar una inversión que generalmente se mantiene rodando, agregó Miguel de Andrés.
En México, al igual que en América Latina, el segmento del transporte de pasaje representa un sector importante, pues se estima que traslada el 98% de los pasajeros que viajan en el país. Con clientes como ADO y Estrella Blanca, dos empresas importantes a las que no solamente les suministran llantas, sino también servicio pues el consumo de llantas es un tema estratégico.