La calidad y ritmo de producción de la industria automotriz mexicana la colocan en el lugar ocho a nivel mundial en vehículos ligeros y como sexto fabricante más importante de unidades pesadas, lo que ha generado también un gran impulso a la industria de autopartes, actualmente compuesta por más de 600 empresas, de las cuales aproximadamente el 30% son de primer nivel (Tier 1).
En 2011, la producción de autopartes en el país registró un valor total de 67,989 millones de dólares (md), mientras que el consumo fue de 54,734 md. En 2012 se estima que la producción crezca a un monto estimado de 68,044 md, según proyecciones de ProMéxico.
El año pasado las exportaciones mexicanas de autopartes sumaron 45,587 md, para un promedio anual de crecimiento de 10% en la última década. En tanto, las importaciones registraron un monto de 32,332 md, con un alza promedio anual de 10% en los últimos diez años.
El principal destino de las exportaciones mexicanas dentro del sector de autopartes fue Estados Unidos con un 89% (40,728 md), cabe mencionar que 1 de cada 3 autopartes que importa este país proviene de México, de esta forma México se coloca como el principal proveedor del mercado estadounidense. Le siguen en la lista Canadá (4%); Brasil, Alemania, Reino Unido y Japón, todos con 1% y otros países con un índice menor tales como China, Australia, Colombia, Argentina, etc.
De las 100 empresas líderes de autopartes a nivel mundial, 84 se encuentran establecidas en México y provienen de Japón (31%), Estados Unidos (26%), Alemania (23%), Francia (7%) y el restante 13% de otros países.
Los sistemas con mayor producción el año pasado fueron partes eléctricas, transmisiones, embragues y partes para motor. La INA pronostica que para 2012 la tendencia de crecimiento en la fabricación continuará debido a las inversiones que realizará la industria automotriz, que alcanzarán la cifra de 900 md por la ampliación y creación de nuevas plantas, un 15% más que el año anterior.
La industria de autopartes vio un auge en la década de los noventas, con un acelerado crecimiento que lo llevó a alcanzar un valor de producción superior a los 20 mil millones de dólares en 2000. En el 2007 alcanzó un máximo con 24.7 mil millones de dólares y al igual que la industria terminal, se vio afectada por la crisis de 2009, para iniciar su recuperación en 2010 y registrar su récord histórico en 2011.