Para el Socio Líder de Asesores de KPMG en México, Víctor Esquivel, “la guerra por el talento implica atraer, retener y motivar al personal de alto rendimiento y vincular sus objetivos con las metas de la compañía”, señaló en entrevista con Indicador Automotriz.
Ellos son “los motivadores de la mejora de la rentabilidad en las organizaciones, en las empresas de servicio o contacto son la cara hacia el mercado, ellos son los que atraen, retienen y mantienen satisfechos y contentos a los clientes”.
De acuerdo con la investigación realizada por la consultoría KPMG, La nueva guerra por el talento: hora de cambiar el rumbo, las principales dificultades que “experimentan las empresas a la hora de enfrentar un contexto enmarcado por la incertidumbre, volatilidad y cambios constantes se descubrió que la parte fundamental en la práctica de desarrollo de talento radicaba en analizar el negocio de forma estática; como si la manera en que se compitiese ya estuviera dada y no hubiese necesidad de mayores cambios”.
No obstante, la relevancia de la gestión de talento está presente tanto en los momentos de recesión, cuando hay necesidad de recortar costos y de reducir el personal, pero también “cuando es necesario incorporar a quienes apuntalarán el despegue y mantendrán el ritmo” dentro de la empresa.
Negocio con enfoque
Cuando se capitaliza el talento la gente está consciente y pone todas sus competencias profesionales en advertir y entender de mejor manera las condiciones cambiantes del entorno en que se desenvuelven y son capaces de obtener el mejor provecho posible.
Los dos factores fundamentales serían el poder saber hacia dónde va el negocio o la industria y qué tipo de provecho y beneficio se le puede sacar, entendiendo por beneficio también el minimizar las heridas y el daño que se pudieran dar en situaciones difíciles, aseguró el Gerente Senior de Desarrollo de Talento de KPMG en México, Mario Zavala.
El principal reto es enfrentar las dinámicas cambiantes del mercado y aspectos generacionales, las empresas que atraen talento tienen que desarrollarlo y motivarlo para poder mantenerlo. En ocasiones tienen dificultad para medir el retorno de todas las actividades del capital humano, es decir, les cuesta trabajo evaluar si capacita al 10% o más de los empleados y como se verá traducida la rentabilidad de la inversión.
En la actualidad “estamos viendo organizaciones que desarrollan metodologías de vanguardia, análisis de información para encontrar correlación entre la productividad de los empleados con esquemas como mayor capacitación, motivación, esquemas de género, edad de la fuerza laboral”, aseguró Víctor Esquivel.
Los temas básicos hacia dentro de la organización deben tener bien definido y esquematizado el desempeño, reconocimiento y remuneración para que sus empleados sientan que participan y que ésta tiene un impacto directo en su remuneración.