La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señaló que el aumento de los precios de los combustibles dado a conocer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, vigentes desde el uno de enero de 2017, es desproporcionado y atenta directamente contra la economía del consumidor final.
“Si bien, en la COPARMEX siempre hemos impulsado la libre competencia y nos hemos mantenido aportando propuestas para la implementación de la Reforma Energética, que establece un mercado abierto donde más jugadores participan, de ninguna manera estamos de acuerdo en que el usuario final resulte el más afectado con el incremento de precios de los combustibles”, indicó.
Agregó que el mercado de precios abiertos es adecuado porque permite que la participación de más actores fije el precio final de acuerdo a la libre competencia, sin embargo en México, el componente de impuestos que tienen los precios de gasolinas y diesel es muy elevado, más del 40 por ciento.
“En la determinación de los nuevos precios, nos parece desproporcionado que el gobierno le traslade toda la carga al consumidor final y que no haya voluntad para revisar esquemas de reducción de cargas fiscales. Por ello hacemos un llamado al Congreso de la Unión para la revisión y ajustes pertinentes a la Ley del IEPS, para aminorar las afectaciones y evitar su impacto directo a la economía de los consumidores finales”, expresó la Coparmex.
La Confederación insistió en la revisión de los porcentajes considerados en la fórmula para la determinación de los precios, demandando ajustes a la baja en los impuestos respectivos. “Tenemos una gran preocupación por el impacto inflacionario que pueda generarse con los aumentos en los combustibles”.