Beeok acompaña a pequeñas, medianas y grandes empresas acelerando su transición hacia la sostenibilidad, utilizando herramientas digitales y tecnologías de Inteligencia Artificial en desafíos como el cumplimiento normativo, la reducción de la huella de carbono y la gestión de residuos.
Para descarbonizar el planeta, las empresas deben extender sus objetivos de reducción de emisiones a proveedores, transportistas e incluso a consumidores en toda la cadena de valor.
En esta misma línea, Cristian Bustos, Cofundador de Beeok explica que: “La descarbonización supone un gigantesco reto puesto que requiere de un cambio sistémico en el modelo productivo y de consumo para hacer frente al cambio climático. Y en ese cambio las empresas, como actores clave en la sociedad, están llamadas a desempeñar un papel protagonista”.
Mantener el calentamiento global bajo los 1.5 °C acordados en el Acuerdo de París significa reducir casi a la mitad las emisiones de CO2 para 2030, lo que resalta la necesidad de cada organización de entender cómo desempeñar su papel, en este escenario. Mientras reducen sus emisiones, las empresas deberán también reforzar su capacidad de resiliencia ante las catástrofes naturales más extremas y costosas.
“Cada día son más las empresas que se preocupan por mostrar al mundo que están tomando decisiones para descarbonizar su operación y movilizar a su cadena de valor. Para ello, el gran desafío es la visión sistémica y la colaboración de los participantes de la cadena para reducir en conjunto la huella de carbono en forma efectiva, costo-eficiente, trazable y verificable”, añade Bustos.
Cristian Bustos, cofundador de Beeok y experto en medio ambiente, explica las acciones para lograr la descarbonización.
- Evaluación de la huella de carbono: El primer paso es realizar una evaluación exhaustiva de la huella de carbono de la empresa, incluyendo todas las operaciones y la cadena de valor. Esto implica calcular las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero para identificar dónde se generan las mayores emisiones. Herramientas como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) y Softwares especializados como Beeok pueden ayudar en esta evaluación.
- Eficiencia energética: Mejorar la eficiencia energética en todas las operaciones es fundamental. Esto puede incluir la actualización a tecnologías más eficientes, como iluminación LED, sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), y la optimización de procesos para reducir el consumo de energía. Implementar auditorías energéticas regularmente puede identificar oportunidades de ahorro.
- Energías renovables: Hacer la transición hacia el uso de energías renovables para operaciones comerciales reduce significativamente las emisiones de carbono. Esto puede lograrse instalando tecnologías solares o eólicas en sitio o mediante la compra de energía verde a través de acuerdos de compra de energía con proveedores de energía renovable.
- Cadena de suministro sostenible: Trabajar con proveedores para mejorar sus prácticas ambientales puede tener un impacto significativo en la huella de carbono de una empresa. Esto puede incluir la selección de proveedores con compromisos de sostenibilidad, la colaboración para mejorar la eficiencia del transporte y la logística, y el fomento de la producción de materiales con menor intensidad de carbono.
- Compensación de emisiones de carbono: Aunque la prioridad debe ser reducir las emisiones directamente, la compensación de carbono puede ser una estrategia para abordar las emisiones que no se pueden eliminar por completo. Esto implica invertir en proyectos que reduzcan las emisiones de carbono en otro lugar, como la reforestación o proyectos de energía renovable. Es importante asegurarse de que los créditos de carbono sean verificables y provengan de proyectos legítimos.