Porque las lluvias y los baches son los peores enemigos de las llantas, fabricantes como Bridgestone, han desarrollado las tecnologías necesarias para proporcionarles un mejor rendimiento y contribuir a reducir el calentamiento global a través de la reducción de emisiones contaminantes.
En Bridgestone el compromiso se enfoca a la mejora continua, innovación de productos y servicios, reutilizar o reciclar materias primas, así como contribuir a la biodiversidad a través de mejorar el hábitat, la educación ambiental y la investigación.
El neumático Ecopia desarrollado con alta tecnología, reduce notablemente el impacto en el ambiente a través de una mayor eficiencia de energía del vehículo que reduce la resistencia al rendimiento; es decir, a la fuerza con que la llanta rueda, por lo que contribuye al ahorro de combustible y por ende, a la reducción de las emisiones de CO2, todo ello debido a la tecnología NanoPro Tech. Además, un 5% de su compuesto, es hule reciclado.
El gerente de Mercadotecnia de Bridgestone México, Miguel Pacheco comentó nosotros “conocemos las necesidades de los clientes y las del mundo, por lo que desde hace años nos encaminamos a desarrollar nuevas tecnologías, cuya característica principal es que sean amigables con el medio ambiente”.
El desarrollo tecnológico NanoPro Tech en combinación con un nuevo diseño de la banda de rodadura y un menor peso del neumático produce un menor coeficiente de resistencia a la rodadura reduciendo la pérdida de energía en el compuesto durante la marcha. El nuevo diseño del dibujo del neumático presenta un bloque conectado y una costilla desgastada que mejora la presión de contacto y las prestaciones de frenado en superficie húmeda.
En este tipo de neumáticos las moléculas de carbono se frotan unas con otras durante el rodamiento, lo que causa un exceso de calor y pérdida de energía. La interacción entre los compuestos se controla a escala nano mediante un polímero con una modificación al final de su cadena, lo que mantiene a las moléculas de carbono dispersas, reduciendo la acumulación de calor y la resistencia al rodamiento, sin que ello comprometa el rendimiento de la llanta, lo que es de suma importancia para la seguridad de los conductores.