A medida que 2022 transcurra, los propietarios y administradores de flotas en América Latina buscarán activamente estrategias que marquen una diferencia real en dirección a la innovación tecnológica continua, pero que también intervengan, desde sus propios frentes, a solucionar la creciente preocupación alrededor de la preservación del medioambiente y la crisis climática. El desarrollo tecnológico en 2020 y 2021 ha tenido una evolución exponencial y la telemática no es la excepción, su rápida adopción en la región nos convierte en testigos de cómo esta tecnología llegó para quedarse y cambiar por completo la gestión de todo tipo de flotas.
Desde el comienzo de la pandemia hasta el día de hoy, la telemática ha generado no solo una optimización del sector transporte, también ha propiciado un profundo redireccionamiento hacia el tránsito inteligente. Según el informe “Fleet Management in the Americas. 11th Edition”, publicado por Research and Markets, se espera que la cantidad de sistemas activos de gestión de flotas en América Latina crezca a una tasa compuesta anual de 13.1%, para alcanzar los 7.9 millones en 2025.
Las ciudades de todo el mundo están experimentando algo más que innovación. Más allá del asfalto, la importancia del cambio climático y las consiguientes estrategias para reducir las emisiones de carbono y la contaminación del aire (sin perder de vista la seguridad de las personas), se consolidan no sólo como una gran tendencia, sino como una meta clara que sin duda influirá en todas las actividades productivas, logísticas y de transporte. Una solución de tecnología conectada que juega un papel importante al enfrentar los desafíos de sostenibilidad de 2022 y avanzar hacia la movilidad conectada y las ciudades inteligentes es la telemática.
De acuerdo al estudio, “Telematics Market: Growth, Trends, Covid-19 Impact, and Forecasts (2021-2026)”, publicado por Mordor Intelligence, durante 2021 la telemática aumentó la eficiencia operativa de las flotas conectadas, reduciendo el impacto ambiental al disminuir los viajes de los vehículos hasta en 68% a través de una mejor planificación de rutas, mitigando las emisiones de CO2 hasta en 75%, el equivalente a 36 millones de toneladas métricas por año.
“En este escenario, soluciones tecnológicas como la telemática se vuelven absolutamente necesarias para abordar los problemas de movilidad urbana en relación con el cambio climático y sostenibilidad, para lograr así modalidades de movilidad inteligente”, señaló Eduardo Canicoba, AVP Business Development para Latinoamérica de Geotab. “No es de sorprender que muchos de los países de América Latina y el Caribe estén tomando en consideración la agenda de energías renovables y asumiendo un cambio de infraestructura en relación a la operación del transporte urbano y de carga, buscando promover un sistema de transporte urbano sostenible con bajas emisiones y combustibles renovables”.
Para 2022, la telemática continuará creando una plataforma para ciudades más conectadas con movilidad inteligente, cambiando a un paradigma de vanguardia mientras apunta a la sostenibilidad. Este cambio se deriva de una marcada tendencia en la telemática hacia la innovación de los mecanismos de gestión y aprovechamiento de las flotas de vehículos.
El medioambiente, la ausencia de emisiones, la congestión y la movilidad fluida que produce la correcta adquisición y análisis de datos son una realidad cercana y posible gracias a la aplicación de soluciones eficientes, eficaces, respetuosas con el ecosistema y seguras en el transporte de personas y bienes. Así pues, la tendencia es clara: El objetivo a partir de 2022 es una estrategia de gestión de flota sostenible que reduzca el impacto ambiental a través de una combinación de vehículos y combustibles más limpios, una operación de transporte eficiente y mejores sistemas de conducción.
“La telemática, por sus características dinámicas y sus múltiples beneficios, no solo seguirá creciendo a lo largo de la región, sino que se convertirá en un pilar clave y vital para los gobiernos y las iniciativas privadas que estén pensando en las generaciones futuras y que busquen un mundo tanto ecológicamente sostenible como tecnológicamente avanzado”, concluyó Canicoba.