La historia de Volvo Trucks en México se remonta a la cancelación de la fusión Renault-Volvo a finales de 1993, lo que obligó a la marca sueca a replantear su estrategia en el mercado de camiones.
Los directivos de Volvo GM Heavy Truck Corp, razón comercial en Estados Unidos, voltearon hacia México en busca de un socio dispuesto a ensamblar unidades y lo encontraron en la empresa mexicana Trailers de Monterrey. Ahí comenzó su historia en el país.
El convenio establecía que de febrero de 1993 a febrero de 1996 el socio mexicano ensamblaría las unidades que se comercializarían bajo la marca Volvo Trucks. El Presidente de Volvo Trucks en México, Thomas Edling, comentó en ese entonces que “los planes son a futuro, nuestra presencia en este país en ningún momento ha estado en duda. Volvo siempre ha tenido éxito en los nuevos mercados donde incursiona”.
El acuerdo se materializó con la fabricación de las primeras 25 unidades, las cuales incorporaban motores Cummins y una integración nacional del 40%. Cuando todo apuntaba hacia una etapa de consolidación y crecimiento, la industria experimentó una severa caída en la demanda, acumulación de inventarios y ajustes a la baja en la producción, como resultado de los cambios en la economía durante 1995.
Las declaraciones del Director Comercial de Volvo Trucks, Christian Capelle, sin embargo, eran optimistas: “México se encuentra dentro de los tres países más importantes para invertir con un futuro prometedor. Queremos crecer en volumen y producto dentro del mercado, es probable que a corto plazo ofrezcamos unidades para las Clases 7 y 8, con motores Detroit Diesel, Caterpillar y Volvo”.
Pese a la reducción de 85% en las ventas en comparación con 1994, “la ventaja competitiva de la marca en los primeros meses resultó en pedidos interesantes de unidades” del modelo NR 64T, uno de los primeros que ingresaron al mercado mexicano.
Una vez concluido el contrato con Trailers de Monterrey se decidió trasladar la producción a la planta de General Motors (GM) ubicada en Toluca, Estado de México y aprovechar “la sociedad de ambas corporaciones en varios países del mundo”.
Christian Capelle asumió la dirección general de la empresa con una estrategia clara: “consolidar la venta doméstica, buscar los mecanismos de ayuda al transportista para la adquisición de camiones y exportar el 85% de la producción”. Y aclaró “mientras el costo del dinero no baje, no se puede hacer mucho y menos milagros”.
A mediados de 1997, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) lanzó las bases para la adquisición de 5 mil unidades modelo NR64T con motor Cummins N14, transmisión Spicer de 16 velocidades y quinta rueda Holland, que debían suministrarse en un plazo de dos años a sus socios. Cada una tendría un precio de 72 mil 775 dólares más IVA.
Al conocer los resultados, Capelle reconoció una gran oportunidad para penetrar en el mercado mexicano y “parte del esfuerzo que se viene haciendo desde que nos instalamos en México”.
Este logro permitió anunciar después la introducción de sus modelos VNL64T, VNL64T 420 y VNL64T 610. El Presidente de Volvo Truck Norteamérica, Marc Gustafson, reconoció una inversión de 500 millones de dólares en el desarrollo del producto, incluidos los cambios requeridos para el mercado mexicano. En 1998 adquirió Mexicana de Autobuses (MASA) y la marca ingresó al mercado de autobuses.
Cambio de estructura
Al asumir la presidencia de Volvo Trucks de México, Carl Heikel, y considerando la integración de los buses y camiones Mack se hizo necesario un cambio en el organigrama, así Osvaldo Tuacek sería el responsable de Volvo Bus de México y Eduardo Basañez de Mack, desgraciadamente en los primeros meses de 2002 de manera sorpresiva se anunció la salida de la marca del mercado mexicano.
Pero, en medio de la incertidumbre provocada por la indefinición del Gobierno Federal respecto a la NOM-044, Mack decide regresar a México un par de años más adelante y lo hace oficialmente a través de Volvo Trucks.
La dirección de Volvo Trucks la asumió Carlos Pacheco, quien considera que la prioridad es agregar valor a la operación “y la respuesta se encuentra en el servicio postventa, donde los clientes buscan una respuesta y no un pretexto a sus problemas”.
Años de cambios y más cambios
En el 2008 correspondió al mexicano José David Godínez reemplazar a Carlos Pacheco como Presidente y Director General Interino de Volvo de México. Se trataba del primer mexicano al frente de la marca y obtuvo buenos resultados por su amplio conocimiento del mercado nacional.
A partir de entonces, Volvo Trucks experimentó una serie de cambios en la dirección general, producto de una reestructuración de toda la compañía en México. En 2009 José Martínez tomó la dirección de Volvo Trucks y continúo impulsando el crecimiento de la armadora.
Ya con una nueva organización, se realizó el nombramiento de Matt Walsh en 2012 para ocupar la dirección general. El directivo implementó la estrategia 15-15, que tenía por objetivo lograr el 15% de participación de mercado en el año 2015.
En México “nos vamos a centrar en el fortalecimiento de nuestra red de apoyo comercial a través de inversionistas privados, así como las operaciones propias de la compañía”, decía Walsh. En 2012 Volvo Trucks México presentó un avance alcanzando un 69.5% de crecimiento frente a 2011 en el mercado de vehículos Clase 8, incluidas las marcas Volvo y Mack.
Pero Walsh regresó a trabajar a Estados Unidos en el 2015 y lo sustituyó en el cargo José Antonio Ortega. Durante su presentación oficial se planteó como objetivo lograr en la Clase 8 un 10% de participación de mercado en 2016 e incrementarla a 13.5% en 2018, combinando las ventas de Volvo y Mack.
Pero nuevamente Volvo Trucks movió sus piezas y en 2017 anunció otro cambio en la dirección general. Ahora sería Martín Saenz el responsable de las operaciones en México. Entre sus principales logros destacó la presentación de la nueva línea de tractos VNR y VNL de la marca.
No obstante, en mayo de 2019 otra vez vino un cambio al volante. En esta ocasión Volvo Trucks apostó por una de sus mejores piezas internas y Luz Elena Jurado, antes directora de Volvo Financial Services México, asumió la dirección de Volvo Trucks y Mack Trucks en México. Se convirtió así en la primera mujer en dirigir la marca y una armadora de camiones en nuestro país.
“Nuestro reto es grande, pero con el talento de nuestro equipo y el compromiso de nuestra red de concesionarios, además de los excelentes productos con los que contamos, estoy segura que tendremos grandes resultados”, dijo Jurado durante su presentación oficial.
Volvo Trucks avanzaba en México con pasos firmes de la mano de Luz Elena. En el 2019 realizó un exitoso lanzamiento de la tecnología GHG. Las ventas cerraron con un 60% de crecimiento para el Grupo; en Volvo Trucks fue del 100%.
En 2019 cerraron con 3.9% de participación en Volvo Trucks y el objetivo era llegar a 10% en el 2025. Pero este 2020 llegó la pandemia de Covid-19 con fuerza en nuestro país.
Dejar el mercado a consecuencia de la pandemia
Las malas noticias de la marca en México durante el 2020 iniciaron en septiembre cuando anunciaron que Volvo Group, en específico las marcas Volvo Trucks y Volvo Buses México, no participarían en Expo Transporte 2021, como parte de un proceso de transformación global de la marca para acercarse a sus clientes.
Aún así, no se esperaba que la marca dejara de comercializar unidades en México. Pero hoy 7 de diciembre lo confirmó. “El escenario global de negocios ha cambiado significativamente como resultado de la pandemia por Covid-19, así como por la transformación natural de la industria del transporte. En ese contexto, Volvo Trucks ha realizado un profundo análisis de su estrategia de negocio y ha decidido descontinuar las ventas de su portafolio completo de tractocamiones en México”.
“Ha sido una decisión difícil, para la cual se han tomado en cuenta muchos factores económicos y de mercado”, indicó Luz Elena Jurado. “Seguiremos acompañando a nuestros clientes en sus operaciones y cumpliremos con el compromiso que, desde hace 25 años, Volvo Trucks ha adquirido con el mercado mexicano. Si bien descontinuaremos la venta de tractocamiones Volvo, conservaremos la operación de servicio y refacciones para dar soporte a las garantías y necesidades de mantenimiento de nuestros clientes”, puntualizó la directiva.
La operación de Volvo Group México abarca también las divisiones de Volvo Buses, Volvo Financial Services y Volvo Construction Equipment, las cuales conservarán su modelo de negocio en México y las operaciones ya establecidas en el país.
Sin duda es una noticia desalentadora para la industria de camiones en México. Sin embargo, en años anteriores otras marcas también han salido del mercado y luego regresado. Esperamos que Volvo Trucks anuncie pronto su regreso.
Con información de Carolina Briones.