Para el Director General de Volvo Group Trucks México, Marco Ortega, hablar de una negociación o renegociación del TLCAN todavía es aventurado, pues no se han fijado las líneas de interés en alguno de los tres países participantes, pero considera que pudieran existir tres escenarios: “Que se tome la decisión de salirse, la desintegración del TLC o que se renegocien áreas prioritarias de los diferentes gobiernos, pero esto necesita un análisis que llevará algunos años”.
En su opinión, el TLC ha ayudado mucho a Estados Unidos, y esto no le afecta, ya que muchos de sus productos se exportan a México y Canadá. “En el caso de los camiones, cuántos de los componentes de un tractocamión son insumos producidos en México. Un ejemplo y uno de los principales elementos son los chasises que se fabrican en Metalsa, en Monterrey, el salirse del Tratado significa que la producción en Estados Unidos incremente su costo”.
Respecto a la imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos, independientemente del Tratado, si las autoridades de EU dicen: “todo lo que venga de México tendrá un impuesto del 20-30%”, el producto mexicano que va para allá será más caro, pero el que venga de allá sin el impacto del impuesto tendrá un beneficio, pues no incrementará el precio de las unidades. Las plantas en México que fabrican tendrán los precios tal cual los tienen actualmente, considera Ortega.
Otra opción es que el gobierno mexicano establezca también impuestos a los productos que vienen de los Estados Unidos (insumos y terminados) y el producto sería más caro, pero depende de la decisión de los dos gobiernos.
Marco Ortega considera que detener la entrada de usados es un punto importante en la renegociación. “Se deben establecer reglas y controles en este rubro. Que cumplan con la regulación de emisiones y configuración adecuada para el mercado mexicano. Los vehículos desechados tienen una menor capacidad de carga lo que significa un riesgo”.