Para el sector refresquero, la reducción de 4.5 toneladas de carga en los fulles tras la modificación del transitorio segundo de la NOM-012-SCT-2-2008, sobre pesos y dimensiones, tendría un impacto económica de 3,500 millones de pesos al año, estimó el director general de la Asociación Nacional de Productores y Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), Emilio Herrera Arce.
“A veces no analizamos cuál es la consecuencia inmediata de una medida como ésta. La consecuencia es que, al limitar la carga (en el entendido de que no tiene un efecto en disminuir el número de accidentes), hay que moverla en otros vehículos y se refleja en el incremento del número de viajes”.
Si se consideran las 4.5 toneladas, el número de viajes aumenta un 9%, estimó Herrera. “Para la industria refresquera significa incrementar en 240 mil viajes al año y por otro lado, esto tiene un crecimiento en el tráfico en carretera, solo de la industria refresquera, en alrededor del 40%”, explicó.
El ejecutivo considera que la medida que ha permanecido vigente por casi seis meses y que podría extenderse seis más, no ha sido valorada a cabalidad. “Creemos que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes está subestimando el costo de la medida. Más tráfico en carretera es igual a más riesgo, más viajes igual a más contaminación, más costos igual a pérdida de competitividad e impacto al consumidor final. Creemos que trae justamente los efectos contrarios que la autoridad quiere evitar”.
ANPRAC cuenta con 133 asociados. Se fundó en 1945 y representa a la industria refresquera mexicana que genera 132,400 empleos directos y 689 mil indirectos en su cadena productiva, a la vez que es fuente de ingreso para más de 1 millón de pequeños negocios familiares. Representa además 0.7% del PIB nacional, 3.0% de PIB de la industria manufacturera y 11.6% del PIB de la División Alimentos.