Los vehículos de carga y pasaje que se producen en el país atienden a todas las actividades económicas de Canadá, Estados Unidos y México. “Nuestros vehículos son un bien productivo, no un bien de lujo”, explicó Miguel Elizalde, Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Resaltó que reactivar la industria entre el 13 o el 18 de mayo será la diferencia para salvar cientos de miles de empleos. “Cuando México tarda demasiado, Estados Unidos busca alternativas y ya empezó a suceder. Esto ocasionará pérdidas de empleos y un debilitamiento en el mercado regional y mundial”.
En conferencia vía web, añadió que es necesario que las empresas fabricantes de pesados sean consideradas esenciales y reinicien operaciones. “La caída del 76.9% en ventas de abril nos exige una atención muy aguda para reforzar a nuestras empresas de autotransporte, que no solo están en la línea de fuego de la pandemia, sino que son clave para la recuperación económica”.
Añadió que en Estados Unidos y Canadá muchas plantas fabricantes de pesados ya reiniciaron actividades, e incluso algunas no cerraron. Plantas de Navistar, Paccar, Daimler, Mack, Volvo, Cummins en dichos países, ya se encuentran funcionando, algunas desde el 13 de abril, desde el 20 de abril o a partir del 4 de mayo.
“Todas las plantas de Estados Unidos ya están abiertas, no debemos dejar que se busquen otros países como alternativas. Mantener la cadena de valor nos permite avanzar en el T-MEC”, precisó el directivo.
La ANPACT y sus asociados, están listos para reiniciar operaciones en cuanto el Gobierno Federal dé el banderazo y lo harán tomando en cuenta las medidas sanitarias necesarias. “Nuestro interés es cuidar la salud de nuestros colaboradores y sus familias. Por convicción, estamos comprometidos como industria a cumplir con las máximas exigencias nacionales, internacionales y corporativas”, finalizó.
