Un aspecto que resulta interesante dentro del estudio de las empresas familiares en el autotransporte en México es el relacionado con los operadores de las unidades. A decir de Paulina Muñoz, directora administrativa de Transporte Mumor (TM), los conductores se mantienen en contacto directo y permanente, no solo con la empresa sino también con sus propias familias.
“En la empresa se les paga bien, y con ello se evita la rotación de personal, cada cierto tiempo se les aplican encuestas de sensibilidad para conocer cómo se sienten, lo que sí y lo que no les gusta y la mayoría de las veces “salimos bien calificados; es decir nos evaluamos constantemente.”
Muñoz considera que de esta manera ambas partes manejan el sentido de pertenencia dentro de la empresa. Ellos son miembros de la empresa, miembros de un equipo, libres de participar y responsables de la unidad que conducen, es cierto el trabajo que realizan es complicado pero con ello se establece una relación de confianza y compromiso mutuo.
Tras la adquisición de un camión en 2007, Refugio Muñoz, también director general de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) y padre de Paulina, decidió en 2012 cambiar el régimen fiscal de la persona física a persona moral y constituir la empresa Transporte Mumor, dedicada al transporte de carga de mercancías en general con ocho unidades tipo rabón.
“En comparación con otras empresas dedicadas al autotransporte esta es una empresa joven. Los socios somos mi papá, mi mamá, mi hermano y yo”, comentó en entrevista exclusiva con Indicador Automotriz su directora administrativa, Paulina Muñoz Mortara.
Con solo ocho años en la industria del autotransporte, inició a finales de 2013, “comencé a tomar la administración. Años atrás en 2007 el país experimentó uno de los crecimientos más importantes de la era moderna y fue un buen momento para incursionar en el negocio del transporte, y aprovechar la experiencia de mi padre.
“Como micro empresa de reciente creación, vimos un área de oportunidad en el segmento de reparto, movilizando producto de los centros de distribución a las tiendas o puntos de ventas, desde entonces hemos ido creciendo y especializándonos en este mercado”, aseguró Muñoz Mortara.
Durante este tiempo ya enfrentamos una primera crisis “y nos vimos obligados a eficientar todavía más los procesos para sobrevivir y estar en condiciones de aprovechar el momento de la recuperación. Aunado a ello, las reformas impuestas por el gobierno entre ellas la fiscal, nos obligó a profesionalizar la parte administrativa. Las otras (reformas) en algún momento se traducirán en mayor crecimiento económico, con un efecto multiplicador en la demanda de bienes de consumo”, añadió.