Para Marco Antonio Dávila, vicepresidente de Paccar y responsable de las operaciones de Kenworth Mexicana y DAF Brasil, nuestro país tiene una importante vocación de exportación a Estados Unidos, pero también problemáticas muy particulares que impiden un mayor desarrollo como la entrada de vehículos usados.
“En México siguen instalándose plantas en automotriz y el sector está creciendo, es el mismo caso de camiones, donde nosotros y nuestros competidores hemos tenido años récord de exportación en 2015 y el 2016 será mejor si el mercado americano responde bien”, comentó.
No obstante, el mercado interno de México está contraído y por debajo incluso de Brasil donde las ventas se han desplomado. “Brasil está condicionado a las reformas económicas, es un mercado donde el segmento de 15 toneladas cayó 50% y el de arriba de 40 toneladas cayó 60%, y aún así la industria brasileña es el doble de México con 47 mil vehículos pesados y semipesados, es una industria fuerte, relevante, no sé si va a regresar a niveles de 90-100 mil unidades, pero seguramente el futuro va a ser mejor con las reformas del gobierno de Dilma Rousseff”.
En contraste, aún cuando México atraviesa por una buena racha en producción y exportación de pesados, tiene condiciones muy particulares, pues “existe el tema de usados y un complejo tema de camiones antiguos sin condiciones de seguridad que están circulando, además de la capacidad de las autoridades para poder verificar los vehículos y pararlos si no cumplen con las normas”, mencionó Dávila.
“Es bien complejo el tema de México, pero yo creo que la economía por sí sola va a hacer que crezca la venta de camiones a ritmos de 3-4% anual y situarse entre 21 y 25 mil unidades en los siguientes años”.
Agregó que hoy día los transportistas mexicanos son mucho más profesionales, “se han preparado más o muchas de ellos tienen organizaciones donde no están a cargo los hijos, sino profesionales del sector. Me sorprende de los últimos ocho años que estuve cómo han evolucionado, han crecido tremendamente, con estructuras muy profesionales enfocados a tener el camión rodando en la carretera. El transportista mexicano es profesional como el americano”.
