De continuar el mismo ritmo de chatarrización que ha prevalecido hasta el momento, cambiar los camiones y autobuses viejos por unidades nuevas tardaría aproximadamente 93 años, por lo que es necesario acelerar el paso en la modernización del autotransporte, comentó el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Carlos García Fernández.
Explicó que el parque vehicular con placas federales está compuesto por 375 mil unidades de carga y pasaje, de los cuales 185 mil 100 tienen más de 16 años de antigüedad por lo que es necesario chatarrizar, pero hasta la fecha sólo se han chatarrizado poco más de 10 mil 018 unidades desde mayo del 2004 hasta mayo del 2009, es decir, un promedio de dos mil unidades por año.
“El parque vehicular es viejo, obsoleto, contaminante, dañan la infraestructura y daña al medio ambiente… nuestra industria mueve al país por lo que es urgente contar con medidas que permitan que el sector se reactive”, precisó García Fernández.
Por ello, detalló que para promover una mayor renovación vehicular se necesita: indexar los bonos de chatarrización acorde a la inflación, extender el programa para unidades con placas estatales y fomentar el empleo formal para que más transportistas paguen impuestos.
De esa forma, dijo, se contará con un parque vehicular moderno y competitivo; para muestra citó al caso español, que cuenta con un parque vehicular de 308 mil unidades, con un promedio de edad de 3.5 años, el cual es resultado del establecimiento de reglas claras en la prestación del servicio y mejores esquemas de financiamiento.