Entre los sectores exitosos por su industrialización en América Latina, se encuentra la industria mexicana del autotransporte que ha dejado de lado su enfoque al mercado nacional para convertirse en una plataforma de exportación competitiva dirigida a los mercados externos. Hoy en día el reto se encamina a incrementar la producción de unidades y mantener el acceso a nuevos mercados, de acuerdo con el Director General de Navistar México, Carlos Pardo García.
Con este reto, en materia de exportación la estrategia de las empresas en México se reduce a tres medidas: “instrumentar una visión para la industria acorde al Plan Nacional de Desarrollo, atraer inversionistas extranjeros prioritarios todavía ausentes e integrar una base de proveedores mexicanos y profundizar la cadena productiva en el país”.
Frente a la apertura comercial, los nuevos jugadores pueden obtener una mayor participación de mercado con relativa facilidad. Carlos Pardo reconoce que el mercado de exportación es un tema “muy importante” para la empresa ya que el 50% de la producción total de vehículos de la marca se hace en la planta ubicada en Escobedo, Nuevo León, considera la más importante a nivel global.
Del total de producción de la planta, “entre un 25% y 15% se queda en México, el se exporta a más de 100 países, principalmente a los Estados Unidos de Norteamérica, pero también a Latinoamérica y algunos camiones a África, Asia y Australia”, entre otros.
En la actualidad, los vaivenes de la fluctuación cambiaria es un tema que afecta a los mercados de Latinoamérica, “todas las monedas han tenido una afectación en el tipo de cambio en comparación con el dólar y la región una reducción en las ventas. Sin embargo, en los envíos a Estados Unidos no ha habido problemas, pero es el mercado latinoamericano, donde más nos duele”.
Respecto al consumo en México “también nos pega, pues una buena parte de las compras de los componentes son dolarizadas sin importar que el insumo ya sea acero. Plásticos, polímeros o metales preciosos que cotizan su precio en dólares se ven afectados por la paridad cambiaria”.
Los Acuerdos Comerciales
El potencial de exportación para las armadoras en México es enorme, el país cuenta con una red de 12 Tratados de Libre Comercio con 46 países (TLCs), 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) con 33 países y 9 acuerdos de alcance limitado (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Además, participa activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la ALADI.
Para Carlos Pardo los acuerdos comerciales siempre van a traer beneficios aparejados a la posibilidad de ser más competitivos y eficientes. En el desarrollo de la industria en México su papel ha sido de suma importancia. También el TPP ha aumentado las posibilidades al reducirse las barreras arancelarias e incrementar todavía más la competitividad.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas debido a la diferencia en las especificaciones técnicas de los modelos en cada país en peso bruto vehicular, preferencias por el gusto, geografía y hasta historia del mismo.
En América Latina las emisiones autorizadas cambian de acuerdo con la región, hay algunas que todavía utilizan EPA 98 mientras otras han migrados a versiones más nuevas, dependiendo de la calidad del diesel, “esto hace interesante el negocio, pese a las limitaciones en la región se mantiene una presencia importante”.
Para el directivo, la renegociación de los TLC no es fácil, pues existen riesgos de compromiso latente en países como Brasil y Colombia, donde se han adaptado normas más modernas. Para el mercado de Estados Unidos también se han planteado la posibilidad de renegociar el TLC una vez que haya un ganador de las elecciones en noviembre próximo.
No obstante, Carlos Pardo estima que este año el mercado interno pueda presentar crecimiento, pero el “2017 se prevé un economía volátil por el tipo de cambio y el inicio de la sucesión presidencial en México que podría generar especulación y nerviosismo en el mercado”.
