La competencia irregular en el transporte de carga representa el 30% del total de la competencia y las condiciones económicas que enfrenta el sector incrementará esta cifra a corto plazo de no existir condiciones fiscales que permitan encarar la crisis por la que atraviesa el país.
De acuerdo a la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) 700 mil empleos, de lo 4.2 millones que genera la actividad, se encuentran en riesgo ante los incrementos en gastos de operación y la caída en el movimiento de mercancía en los últimos 12 meses, combinación que deteriorará más al sector si no se encuentran los mecanismos adecuados que permitan “una justa y competitiva” deducción de impuestos.
Para ello la propuesta que la cámara presentó ante la Comisión de Hacienda se centra en el reconocimiento en el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU) de todas las erogaciones necesarias para la operación que no están reconocidas por tratarse de Pequeños Contribuyentes o prestadores de servicio informales.
De acuerdo al director del comité de Hacienda de la Canacar, Enrique Rustrián Portilla, el IETU en época de recesión se vuelve una carga “lasciva” que mina el capital de trabajo de los transportistas.
También se expuso el costo de las autopistas, las cuales se encuentran entre las más caras del mundo, -lo que resta competitividad al sector- por lo que se solicitó que se acrediten en el ISR o IETU.
“No se trata de no pagar impuestos. Es establecer una igualdad competitiva que fortalezca la economía formal, combata la informalidad y aporte una mayor recaudación al gobierno”.
Rustrián Portilla subrayó que de no reconocer las autoridades hacendarias al autotransporte de carga como un sector estratégico de la economía y mantiene su postura recaudatoria sin importarle las consecuencias que provoque en los sectores productivos, “estaremos reportando el cierre masivo de miles de micro y pequeñas empresas”.