La caída del 60% en la actividad de las empresas de carga obliga a los transportistas a quitar componentes de sus camiones más viejos para dar mantenimiento a las unidades de mayor uso, medida derivada de la falta de ingresos por la sobreoferta existente del servicio.
El expresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar),Tirso Martínez Angheben, señaló que las firmas pequeñas del sector, aquellas que cuentan con 10 camiones, son las más afectadas por el momento económico que vive el país, lo que las aleja de la posibilidad de contar con dinero para el mantenimiento de las unidades.
Este tipo de compañías, al no tener capacidad financiera para operar, iniciaron a desarmar los motores de más de la mitad de su flota para mantener en movimiento el equipo necesario para cumplir con sus compromisos.
“Me refiero a empresas muy pequeñas, de una flota de 5 a 10 unidades, que ya no tienen como seguir adelante. Por lo mismo están depredando sus flotas al no tener dinero para pagar los gastos de mantenimiento los camiones”, explicó.
Esta decisión descapitaliza al negocio por degradar progresivamente las unidades, además de ser una estrategia de pocos resultados positivos al provocar una lenta agonía, ansiedad en el departamento administrativo, errores en la operación, incumplimiento con los clientes y una caída en la competitividad del servicio.
El futuro para quienes enfrentan esta realidad, de acuerdo a Martínez Angheben, no es alentador ya que no contarán con la posibilidad de recuperarse internamente y se precipitarán al cierre de no conseguir una mayor actividad.