Para el hombre camión el gasto de operación que representa el uso de diesel alcanza el 40% del total del costo. Una forma para reducir este factor se localiza en la adquisición de equipo nuevo, solución que se encuentra lejos de varios empresarios por los efectos de la actual crisis económica.
En promedio un viaje desde la Ciudad de México hasta Chetumal tiene un costo en combustible de 6 mil pesos, dinero que de acuerdo a la edad del motor tiende a mostrar una variación mayor.
“La solución es comprar equipo nuevo para reducir gastos de operación. En este ejemplo se puede bajar la mitad del valor del combustible y con ello lograr un notorio ahorro para las empresas.
“Desgraciadamente con una caída en las tarifas de transporte del 40%, una operatividad de solamente el 40% del total de la flota de la empresas, por falta de trabajo, y con ello incrementos en la misma proporción en el mantenimiento, la posibilidad de que empresas pequeñas y medianas aspiremos a la compra de una unidad nueva es muy remota”, destacó el hombre camión, Alfonso Bonilla, quien trabaja con 10 tractocamiones.
Agregó que mientras no existan las condiciones crediticias para adquirir equipo nuevo, de la mano de una mejora comercial, el destino de este tipo de empresas será cada vez más complicado.
Otro de los gastos que se incrementa con las unidades usadas es el mantenimiento, mismo que tiene que ser en periodos menores de tiempo de acuerdo a la edad de cada una de ellas.
Ante la falta de recursos económicos, algunos transportistas optaron por quitar componentes a sus camiones más viejos para instalárselos a sus vehículos menos antiguos, lo que permite que la empresa siga funcionando y la posibilidad de compra de unidades nuevas se prolongue.
Aunque esta acción no es la ideal, de acuerdo al entrevistado, es una opción que -si bien resuelve inmediatamente el problema-, a la larga se convierte en una acción que representará mayores gastos.
“Al trabajar así se desarma el motor junto con el negocio. Lo importante es lograr invertir en unidades y elevar la rentabilidad de la empresa. Es un momento muy inestable porque hay crisis por todas partes, pero para sobrevivir se requieren estrategias y planes a futuro que fortalezcan las finanzas de los empresarios”, concluyó.