Hasta el 2012 Colombia era el segundo destino en exportaciones de unidades pesadas producidas en México, solo detrás de Estados Unidos, pero en este año ha caído al cuarto lugar, pues ya se envían más unidades a Perú y Chile, que se ubican en segundo y tercer sitio, respectivamente. El motivo han sido los cambios en el esquema de chatarrización de unidades en Colombia, comentó el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Miguel Elizalde.
Históricamente Colombia representaba el 8% de la producción nacional y el 10% de las exportaciones de vehículos pesados mexicanos, no obstante, la suspensión de las pólizas de chatarrización, primero por 90 días y luego por 45 más (que están por cumplirse), han reducido en 90% las exportaciones de unidades a ese destino. Lo peor de que todo es que el Ministerio de Transporte ha dejado entrever que las pólizas podrían suspenderse definitivamente al culminar la segunda suspensión.
“Si Colombia modificara su programa de chatarrizacion de una forma que puedan entrar vehículos nuevos, eficientes y seguros, sería excelente, pero eliminaron el uso de la póliza haciendo exactamente lo contrario, porque las empresas que pueden comprar unidades nuevas no están comprándolas simplemente porque no tienen chatarra, sus unidades son modernas”, abundó Elizalde.
En Colombia existe un programa de chatarrización obligatorio, es decir, si se pretende meter una unidad nueva al parque vehicular se tiene que chatarrizar otra (1×1), pero luego de paros y protestas, el hombre-camión logró que se suspendiera el esquema de pólizas. Una alternativa al esquema 1×1 era comprar una póliza por hasta 35 mil dólares, que pude ser hasta el 30-40% del valor de la unidad y que compromete a chatarrizar una unidad en tres meses, sino se chatarriza se hace efectiva la póliza.
“Se está inhibiendo la entrada de unidades nuevas, la eliminación de la póliza paraliza la venta de vehículos. Lo que queda es plantear un esquema de chatarrización más eficiente o que las pólizas se reactiven de inmediato para incentivar la venta de unidades nuevas”, abundó Elizalde.
Incentivar renovación
Miguel Elizalde explicó que otra de las problemáticas para los transportistas colombianos ha sido el destino de los recursos que obtiene el gobierno con las pólizas de chatarrización. “Han acumulado recursos pero en qué se han usado. Ese dinero se ha recaudado con la entrada de vehículos nuevos, pero habría que ver cómo se van a canalizar. Si ya tenían un esquema que ha funcionado por qué cambiarlo”.
Apenas el 5 de agosto, el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) de Colombia concedió el aval para la modernización del transporte automotor de carga, que tendrá una inversión de $1.1 billones de pesos colombianos (casi 600 mil dólares) del presupuesto de vigencias futuras del 2014 al 2017. Según el Ministerio de Transporte dicho presupuesto hace parte de los recursos recaudados por concepto de la póliza o garantía bancaria aportados por los transportadores de carga.
Se calcula que entre el 2013 y 2017 podrán ser chatarrizados alrededor de 30.000 vehículos. De acuerdo con el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), el número estimado de vehículos con una antigüedad de 20 años o más es alrededor de 42.700.