Los cambios al programa de chatarrización deben incluir estímulos que hagan más atractiva la destrucción de unidades que la importación de usados que no cumplen la normatividad, además de no chatarrizar vehículos ilegales que hoy se encuentran en el país, considera el representante de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), Francisco Altamirano.
Comentó además que se requiere una temporalidad mínima en el servicio de autotransporte federal para ser elegible y desalentar la importación de los vehículos usados y a los transportistas improvisados. “Es necesario poner topes en cuanto al número de unidades a chatarrizar y empezar por aquellas más antiguas, sí y sólo sí, son de fabricación nacional”, agregó.
Además, precisó, “hay que dejar sin efectos el Acuerdo de carácter esencial de la entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), que permite la incorporación de partes y componentes en chasises nacionales o importados sin regulación. Asimismo, el programa debe estar dirigido principalmente al hombre-camión y al pequeño transportista, tanto para camiones nuevos, como usados, del servicio de autotransporte y transporte privado de carga.
El directivo comentó que los sectores industriales a los que pertenecen las empresas afiliadas a la ANTP generan la mayor parte de la carga en el país para los distintos modos del transporte y cuentan con aproximadamente 40 mil tractocamiones y 150 mil equipos de distribución. “El 80% de la carga producida por las empresas de ANTP es transportada por el Servicio Público Federal (medianos y pequeños transportistas)”.
Lo anterior durante el Foro “Análisis sobre el Proyecto de Reformas y Adiciones a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal”, donde Altamirano comentó también que el límite de 5 años para unidades de nuevo ingreso al servicio público federal “fomenta que las unidades que inician la prestación de los servicios se encuentren en las mejores condiciones físico-mecánicas, de seguridad y medio ambiente”.
