La Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados organizó el foro de Parlamento Abierto “México hacia un futuro libre de combustibles fósiles”, donde las y los diputados, académicos, expertos, empresarios y ciudadanos plantearon la situación y los retos de la transición energética en el país.
Al inaugurar el encuentro, el presidente de la instancia, diputado Javier Joaquín López Casarín (PVEM), destacó la importancia de establecer un acuerdo, a través del espacio parlamentario, hacia una política pública permanente que reafirme el compromiso de México para reforzar las acciones tendentes a proteger el medio ambiente, consolidar el uso de las energías limpias y un cambio en el paradigma en la conciencia colectiva.
Dijo que las propuestas que se presenten servirán para elaborar un documento que México presentará en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 28, en noviembre y diciembre, con las voces de los científicos y de los jóvenes para trazar estrategias económicas y de inversión, que conjugará el conocimiento de la academia y la participación ciudadana para hablar del futuro de la humanidad.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad, Edna Gisel Díaz Acevedo (PRD), enfatizó que los esfuerzos para sustituir el uso de combustibles fósiles deben ser transversales y longitudinales, es decir, no importa quién va a estar en las próximas legislaturas hay que sentar las bases de un trabajo serio para que quien esté dé seguimiento puntual a las estrategias.
Señaló que la transición hacia las energías limpias es fundamental y debe ser inclusiva. Añadió que los principales retos del país son lograr la movilidad con energías verdes, la descarbonización de la industria eléctrica y la producción de energía con plantas de ciclo combinado, así como asumir los compromisos internacionales.
Necesario resarcir la antigüedad de la flota
En su intervención, Alejandro Osorio, director de Comunicación y Asuntos Públicos de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), resaltó que “uno de los retos más importantes para la transición energética, y donde consideramos está el problema fundamental es el renovar la flota vehicular”.
Precisó que el 40% de los autobuses, camiones y tractocamiones, tiene una antigüedad mayor a 20 años, “eso quiere decir que tenemos vehículos circulando en nuestras carreteras con 40 años de antigüedad, vehículos que son contaminantes, inseguros e improductivos”.
Por ello, destacó Osorio, “mucho antes de trasladarnos a los vehículos más nuevos, con las mejores tecnologías basadas en electricidad o en hidrogeno, aquí hay un reto inmediato y fundamental que está hoy presente en nuestras carreteras y que tiene muchas consecuencias negativas en términos de salud y de seguridad vial”.
Asimismo, explicó que la electromovilidad en México tiene más de 120 años, inició con la inauguración del primer tranvía eléctrico en CDMC en 1900. No obstante, actualmente menos de 300 vehículos pesados eléctricos circulan en México, de una flota de 1.3 millones de unidades que hay en circulación. Vehículos pesados circulando en México actualmente:
- 60 autobuses articulados BRT (CDMX).
- 38 midibuses en Guadalajara.
- 60 camiones.
- 120 tractocamiones.
A qué nos enfrentamos como industria:
- Edad promedio de flota de 19 años (pasaje 17 años y carga 19.4).
- Falta de incentivos verdes: no hay prácticamente programas gubernamentales para apoyo a la renovación, ni chatarrización.
- Incertidumbre energética: Disponibilidad estratégica de puntos de carga. De 36 electrolineras con 50 kwh sólo 11 son accesibles para vehículos pesados, 65 GNV y 9,273 diésel.
- Normatividad insuficiente. Falta de regulaciones técnicas para vehículos y electrolineras. Falta de estandarización y requerimientos mínimos.
