Concesionarios de las Rutas 1, 3, y 88 presentaron un estudio financiero en el que reportan la posibilidad de percibir ingresos netos superiores a los 150 millones de pesos en el primer año, los cuales dejarían a cada uno de los socios de la Línea 3 del Metrobús una retribución de alrededor de 18 mil pesos al mes, por lo que la participación de ADO es innecesaria.
El ingeniero en tránsito vehicular, Leonardo Martínez, aseguró que a pesar de la manipulación de las cifras por parte de autoridades del GDF, se puede demostrar claramente con cuentas sencillas, que el proyecto es viable; incluso, los datos reportados por el estudio son inferiores a los reales, ya que no consideran la afluencia de pasajeros proveniente del Estado de México.
El también especialista y asesor de la Ruta 88, Francisco Licona, detalló que consideraron una afluencia de 144 mil 206 usuarios por una tarifa de cinco pesos, con los que se reportarían ingresos anuales superiores a 240 millones de pesos, que al descontar los gastos de operación e inversión, cada uno de los 432 socios contaría con el ingreso antes mencionado, superior a los 12 mil que ofrece el Metrobús a los dueños de autobuses y ocho mil para los poseedores de microbuses, con ADO como principal accionista.
Tomaron como referencia el primer año de la curva de incremento de la demanda en la Línea 2 del Metrobús, que corre por el Eje 4 Sur, la cual acomodada a la Línea 3 permitiría alcanzar un promedio de 144 mil 206 viajes, muy por encima de los 88 mil que pronostican los funcionarios del Metrobús para el primer año.
“Ahora que demostramos que el supuesto boquete de 300 millones dejó de existir y el corredor Tenayuca-Etiopia es rentable, es muy curioso que las autoridades capitalinas se levantaron de la mesa; es decir, cuando comenzamos a desmenuzar las cifras, dejaron de vernos a la cara”, expresó Licona.
En resumen, al GDF sólo le corresponde cumplir con la ley y entregar el bono de chatarrización a los 432 concesionarios, es decir los 43 millones 200 mil pesos, ya que al momento el crédito está aprobado, los operadores se están capacitando, sus autobuses articulados están en línea de producción para recibirlos antes del 30 de octubre, así que una vez más se preguntan ¿cuál es el problema?
