A pesar de que México es un importante fabricante y mercado de compra de vehículos pesados de pasajeros y comerciales, la posibilidad de un fuerte desarrollo para los vehículos eléctricos pesados en el país no será en el corto plazo, por lo que seguirá siendo un mercado de diésel y pasará gradualmente a uno híbrido y finalmente dar paso a tecnología eléctricas con los años.
Contrariamente a lo que sucede en los vehículos ligeros, las unidades pesadas eléctricas requieren de grandes inversiones para un desarrollo que le permita buenos rendimientos de uso, adecuadas condiciones de recarga y de servicio para que pueda competir eficientemente en un intenso mercado como el mexicano, afirmó Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones. (ANPACT).
En el marco del Séptimo Ciclo de Conferencias de Seguridad Vial de Expo CESVI, dijo que el reto de la renovación del parque vehicular pesado en México está dirigido fundamentalmente a las unidades de más años y a las pequeñas empresas del sector, es decir aquellas que tienen entre una y cinco unidades.
Debido a lo anterior, y a que la tecnología eléctrica requiere de inversiones, no solo en unidades sino en centros de recarga y en modelos de pilas altamente eficiente, no serán este tipo de empresas las que inicien por el momento este proceso de reconversión.
Explicó que la electromovilidad tiene un México más de 120 años y en este momento enfrenta en México el reto de encontrar tecnología dirigida a baterías que permitan un mayor rendimiento.
El directivo dijo que las unidades eléctricas tipo trolebuses o Bus Rapid Transit tienen un alto incentivo de recursos públicos, por lo que la posibilidad de que sean las empresas con sus propios recursos quienes inicien la compra y utilización de unidades eléctricas es de momento muy baja.
Elizalde aseguró que el parque vehicular de unidades pesadas en México debe estar cerca de los los 2 millones de unidades, por lo que la presencia de vehículos eléctricos en el país aún es mínima, no obstante que existen las condiciones para hacer crecer la tecnología entorno a este sector, para lo cual es necesaria además una mayor vinculación con las autoridades e instituciones financieras. Del total, solo 286 son unidades pesadas eléctricas de más de 6.5 toneladas (218 trolebuses, 10 BRT´s, 38 autobuses y 20 camiones), y 68 sin contar los trolebuses.
Dijo que esta situación no es diferente en otros países de América Latina, ya que en la zona no son muchos las unidades eléctricas pesadas que circulan, siendo todas las que circulan de tecnología asiática.
Añadió que un ejemplo de esta situación es que una entidad norteamericana como California, la cual destina muchos millones de dólares al transporte sustentable, tiene como meta que en el año 2045 todas sus unidades pesadas utilicen tecnologías eléctricas, lo que refleja que los tiempos para que sea igual en México no serán cercanos.
Por su parte, Miguel Guzmán Negrete, director de Seguridad Vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial México, organizador de esta expo, aseguró que CESVI se mantendrá atento a los esfuerzos establecidos por la alianza por la profesionalización del autotransporte federal del cual ANPACT forma parte y confirmó que apoyarán los esfuerzos de dicha alianza por mejorar las condiciones de seguridad y sustentabilidad de esta industria en nuestro país.