La industria del pasaje en México ha pasado por una transformación en los últimos meses que la vuelven más competitiva. Anteriormente era común ver armadoras de chasises “casadas” con una carrocera para generar productos en conjunto, pero ahora el mercado sigue la tendencia global donde las opciones crecen y prácticamente cada firma puede ofrecer un chasis con distintas opciones de carrocería.
México era de los pocos mercados donde existían asociaciones únicas entre empresas carroceras y armadoras, que ofrecían productos en conjunto, pero no podían ofrecer opciones fuera de la gama establecida. Así por ejemplo, durante muchos años Scania estuvo “casada” con la española Irizar y lograron mucho éxito con el modelo PB.
Marcopolo siempre ha estado de la mano de Mercedes-Benz Autobuses, con quien incluso comparte instalaciones en García, Nuevo León, pero también han decidido apostar por la flexibilidad, aunque mantendrán su join venture. Volvo ofrece unidades integrales y actualmente ya tiene chasises disponibles con otras carroceras. El mercado se ha reconfigurado.
No obstante, si bien existe ahora una amplia variedad de opciones para adquirir un autobús, lo cierto es que también habrá mayor competencia entre las marcas por convertirse en la mejor opción. Finalmente el mercado de autobuses es un pastel de unas 8 mil unidades al año, el cual habrá de repartirse ahora entre más competidores. El ganador sin duda es el transportista, en tanto que las empresas tendrán que contender por ser la mejor opción.
*El reportaje completo en nuestra edición de junio.